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Aguaytía Energy (Kallpa) informó que será reconocido como uno de los principales acreedores de Maple, empresa petrolera que desapareció de la escena económica peruana hace casi dos años y que acaba de ser admitida a proceso concursal debido a insolvencia.
Ello, en respuesta a las declaraciones vertidas por los representantes de Maple, en el sentido que Aguaytía no sería incluida en la Junta de Acreedores (Día1, 13-01-2020).
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Lejos de eso, la empresa del grupo Kallpa indicó que se encuentra tramitando ante Indecopi el reconocimiento de cerca de US$24 millones en créditos, correspondientes a un laudo arbitral obtenido en Nueva York (por deudas pendientes de Maple).
“Dichos créditos han sido reconocidos por un tribunal arbitral de la Cámara de Comercio Internacional y validados por la instancia correspondiente del Poder Judicial, a pesar de los diversos intentos de Maple por impedirlo”, dijo.
Aguaytía también puso en duda la versión que señala a la empresa de comercialización Trailon Enterpreises como virtual presidente de la Junta de Acreedores, toda vez que el proceso de reconocimiento de las acreencias "aún se encuentra en trámite”.
En tal sentido, señaló que viene cuestionando ante Indecopi los créditos reconocidos a favor de dicha empresa, por “considerar que existen claros indicios que demostrarían su vinculación con Maple”.
La Junta de Acreedores de Maple se instalará el 25 y 28 de febrero de 2020.
Su objetivo principal - según los representantes de la petrolera - será liquidar los activos de Maple, entre ellos, la infraestructura abandonada en la refinería de Pucallpa, que cerró operaciones en enero del 2018.
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Maple no tuvo éxito en sus intentos de obtener suministro de crudo en la selva.
LA CRISIS DE MAPLE
La refinería de Pucallpa fue operada por Maple, bajo contrato con Petro-Perú (el propietario), desde 1993 hasta 2018.
En 2014, la petrolera había obtenido una extensión del alquiler por diez años adicionales.
La crisis de Maple comenzó en 2015 con el fracaso de su negocio de etanol en Piura. Esto fue agravado por el descenso de su producción de petróleo en la selva (lotes 31-B, 31-D y 31-E), que redujo su capacidad de suministrar materia prima para la refinería de Pucallpa.
