La novela entre Paolo Guerrero y la Universidad César Vallejo (UCV), aparentemente, llegó a su fin, tras más de una semana de desencuentros y frases cruzadas entre ambos. Como se sabe, el capitán de la selección peruana firmó por la UCV de la Liga 1 Te Apuesto y estaba listo para unirse al equipo trujillano, pero amenazas extorsivas directas a su familia hicieron que se negara a ir a jugar a la ciudad de Trujillo, que sufre una alta criminalidad que se ha agudizado en los últimos años, y buscara la resolución del contrato. Los trascendidos indicaban que no solo la inseguridad era un factor decisivo para el ‘9′, se rumoreaba que también había un acercamiento con el club de Alianza Lima.
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Ayer, tras su arribo a la capital, Guerrero sostuvo cuatro reuniones con Richard Acuña, presidente de la UCV, hasta que por la noche el club confirmó que hubo ‘humo blanco’: Paolo Guerrero sí jugaría por el club trujillano e iría a la ciudad norteña hoy a primera hora. Las promesas y compromisos para convencerlo fueron muchas, como se detalla en esta nota de DT, desde una potente seguridad, una casa en El Golf hasta un jet privado para él y su familia.
La llegada de Guerrero a la Liga1 despertó gran revuelo en el país, no solo porque después de exitosos años de carrera en el exterior, por fin se estrenaría en el torneo peruano, sino porque se trataba del fichaje más alto de la historia del fútbol local: se estima que su sueldo será de US$130 mil mensuales. En el momento más álgido del conflicto entre Guerrero y la UCV, Acuña indicaba que el club tendría pérdidas al no cumplirse el contrato, Guerrero indicaba que el club no perdía nada porque no le habían pagado “ni un sol”, ¿es así?
Como explica José Ruidías, profesor de Marketing de Pacífico Business School, el club debió haber renegociado la mayoría de sus principales contratos con auspiciadores y patrocinadores, tanto en términos de publicidad como en el potencial uso de su imagen en favor de las marcas. “Entonces no era tan cierto que el club no tuviera pérdidas por compromisos asumidos con anticipación [para su llegada]”, asegura.
Ximena Vega, experta en marketing y CEO de Claridad Coaching Estratégico, agrega que hay un antes y un después de la firma del capitán para el club, en cuanto al impacto de las marcas. “Yo creo que Richard Acuña movió sus influencias para generar mejores auspicios, relanzamiento del club y darle mayor visibilidad, por lo que [de no haberse respetado el contrato] iba a darse una afectación comercial para el equipo y las marcas. Y seguramente eso ha sido parte de los costos que se le habría pedido cubrir cuando estuvieron negociando”.
Y es que el arrastre que podría generar una estrella como Paolo Guerrero es sumamente atractiva para el club y para las marcas que quieran asociarse a ellos, por lo que su presencia puede asegurar un ingreso significativo adicional para el club y las marcas patrocinadoras.
“A pesar de los ingresos de los clubes no es pública, para el caso de un club “de media tabla” podría estimarse un rango promedio entre US$2,5 millones y US$5 millones anuales por conceptos de derechos de TV, taquilla, merchandising y acuerdos de patrocinios. Estos montos se verían superados significativamente con la presencia de Guerrero”,
nos comenta Ruidias
Antes de la llegada de Paolo, este año, en febrero, hubo un cambio importante en el pecho de la camiseta del club poeta, donde la Universidad César Vallejo -dueña del club-dejó el sitio que compartía como ‘main sponsor’ junto a Caja Trujillo y en su lugar ingresó Apuesta Total este año. Una marca que comenta que busca relaciones de largo plazo con los clubes y que eligió a la UCV ”apostando por un equipo muy competitivo, con estrellas”, sostuvo Rodrigo Albán, director de marketing de la casa de apuestas.
Alianza Lima y la U, los principales clubes del torneo captan hoy en día entre US$5 millones y US$7 millones por concepto de auspicios y patrocinios, como podemos ver en esta nota de Día1. Mientras que clubes medianos pueden captar alrededor de US$3 millones, como comenta David Ruíz, cofundador de la consultora de marketing deportivo Inyogo Sports. Solo en auspicios.
A nivel de taquilla, además, el año pasado la UCV llevó apenas 61.435 espectadores en el año, una cifra casi 10 veces menor que los grandes como Alianza Lima y Universitario de Deportes.
“Paolo, Trujillo te quiere más que al shambar (plato típico norteño)”, decía el letrero de un hincha en el partido de la UCV el fin de semana pasado. Una muestra de la gran expectativa con la llegada de Paolo Guerrero, que incluso llevó a que muchos comerciantes ya tuvieran listas sus camisetas para el ansiado recibimiento, se espera que las gradas del estadio Mansiche, que tiene un aforo de hasta 25 mil asistentes, se puedan llenar en los partidos de local.
El próximo martes 27 será su presentación oficial en Trujillo.
Efectos reputacionales y un problema de comunicación
Para Ruidias, el problema suscitado por esta disputa devela que hubo un mal manejo de la situación que terminó en una crisis reputacional; tanto del lado del club como del propio jugador. En definitiva, agrega el experto, siempre va a ser una mala decisión intentar utilizar a los medios para presionar una salida, donde se han entrometido algunos actores adicionales como Cesar Acuña y la mamá de Guerrero.
“Esto conllevó a que en estos días hubiera un claro deterioro de la imagen de Paolo Guerrero, quien ha gestionado incorrectamente sus mensajes en medios; resalta el hecho de desconocer la realidad de lo que pasa en nuestro país, a pesar de la cantidad de familiares directos que viven aquí, así como la victimización a partir de la posibilidad de dejar su carrera futbolística por culpa del club”, sentencia.
Vega coincide y señala que hay que recordar que Guerrero es un deportista ‘influencer’, no es político. “Acá no es un tema de dinero, Paolo tiene plata y los Acuña también. Y han negociado, pero sí en todo este escenario se demuestra que Paolo ha estado mal asesorado y perdido en ciertos temas legales al creer que pudiera rescindir el contrato que firmó sin algún impacto”, comenta la experta.
Entre estos dimes y diretes de la última semana, Ruidias considera que Paolo ha sido el más perjudicado a nivel reputacional porque, a pesar de que muchos avalan la postura del jugador, la mayoría percibe que el origen del desacuerdo podría deberse a un desacuerdo familiar y a que claramente ha estado mal asesorado (o no ha recibido asesoría alguna): “Se evidencia una falta de estrategia de comunicación que pudo haber evitado la crisis reputacional en la que está envuelto”.
No obstante, pese a toda esta situación y a que la imagen de Paolo se pudo descolocar durante la polémica, Ximena considera que eso no exime que la imagen de Paolo será muy beneficiosa para el club poeta.
“Esto le juega a favor a la UCV, que es un club mediano chico, sostenido por la universidad. Dentro de todo la imagen de Paolo es bastante más grande y esta bulla mediática incluso les hace un favor al club, y su llegada lo pone en un lugar mejor que en el que estaba”,
asegura a Día1 Ximena Vega, experta en marketing y CEO de Claridad Coaching Estratégico.
¿Era posible rescindir el contrato?
En medio de la polémica con la UCV, Paolo Guerrero alegaba que quería rescindir el contrato por el temor que le generaba la inseguridad ciudadana en la ciudad de Trujillo ante las amenazas que recibió su madre, doña Peta, y el pedido de dinero al jugador si llegaba a la ciudad. ¿El factor de ‘inseguridad’ era un argumento válido legalmente? Para Luis Francisco Paz, asociado en Miranda & Amado, especialista en derecho civil y comercial, en principio, no.
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“Lo menciono así porque la respuesta en cada caso dependerá de las cláusulas acordadas entre las partes en sus respectivos contratos. Y, basándonos exclusivamente en lo establecido por la ley resulta difícil para un contratante abstenerse de cumplir un contrato comercial por motivos de inseguridad, dado que la inseguridad difícilmente conduce a una “imposibilidad” física o jurídica de cumplimiento, que es un elemento fundamental para considerar la abstención por la figura de la fuerza mayor”, remarca.
No obstante, el abogado sostiene que es relevante considerar que, incluso desde una perspectiva normativa, existen escenarios específicos que pueden ser explorados. Por ejemplo, en contratos comerciales de servicios donde el personal deba llevar a cabo tareas que involucren actos excepcionalmente peligrosos para la vida o integridad física, el artículo 12 del Código Civil establece que estos no son exigibles, a menos que formen parte de la actividad habitual de la persona y se tomen las medidas de precaución y seguridad adecuadas según las circunstancias.
Además, en ausencia de pactos especiales que contemplen herramientas específicas para un contrato determinado, se podría considerar la evaluación individual de las reglas legales relacionadas con la buena fe en la ejecución de los contratos.
En ausencia de una justificación válida, de acuerdo con las circunstancias, cuando uno de los contratantes no ejecuta el contrato, la parte afectada tiene derecho a tomar medidas legales. En primer lugar, puede recurrir a las penalidades y otros remedios previstos en el contrato. Si no hay disposiciones contractuales al respecto o si estas son insuficientes, la parte perjudicada puede exigir la ejecución forzosa de la obligación incumplida.
En ambos casos, se busca la indemnización de los daños y perjuicios; la parte afectada deberá demostrar los daños directos e inmediatos causados por el incumplimiento, como el daño emergente y el lucro cesante. En todos los casos, era una situación compleja de resolverse por la vía legal.