Las recientes declaraciones del titular del Ministro de Salud dejan en claro el compromiso del gobierno de seguir impulsando el cumplimiento de la Ley de Alimentación Saludable. Es válido y deseable promover políticas que fomenten una mayor transparencia en el mercado para que los consumidores adopten las decisiones que más se ajusten a sus necesidades y expectativas. Sin embargo, la existencia de un fin loable como éste no desconoce la necesidad de analizar qué medidas son las más efectivas para alcanzarlo pues, de lo contrario, se podría terminar perjudicando más a los consumidores.