Nidos, colegios e institutos: ¿Por qué algunos gremios prefieren continuar dictando solo clases virtuales?

Al respecto, Edgardo Palomino, presidente de la Asociación de Colegios Privados de Lima (Acopril), indica que existe una gran incertidumbre en el sector por saber cómo serán las clases este año. “Estamos a la espera de lo que diga el Gobierno. Esperamos un mensaje claro y responsable respecto a la modalidad en que se impartirá las clases el 2021”, agrega.

En esa línea, Palomino señala que debido a que no hay claridad sobre qué va a ocurrir con la pandemia en los próximos meses y a que hay mucha incertidumbre en el sector Educación, lo ideal sería apostar por la virtualidad. De esa manera, detalla, los colegios y las autoridades podrían concentrarse desde ahora en potenciar las ventajas y en buscar soluciones a los problemas de la modalidad virtual.

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Esa misma idea comparte Jorge Camacho, vocero del grupo de asociaciones de colegios privados, quien indica que las condiciones por las que se decidió suspender las clases presenciales no han cambiado y por tanto, no hay razones para que en marzo se regrese a la presencialidad.

Para Camacho, son varias las razones sanitarias por las cuales sería complejo volver a las clases presenciales. Una de ellas es que varios profesores pertenecen al grupo de riesgo. Otra es que el desgaste administrativo y docente sería muy grande si los niños vuelven a las escuelas, ya que los docentes tendrían que estar muy atentos a que los niños y jóvenes respeten el distanciamiento social, así como adquirir una serie de insumos para cumplir con los protocolos.

Además, Camacho menciona que muchos estudiantes se movilizan en transporte público, donde podrían estar en riesgo de contraer el virus y contagiar a los compañeros, docentes y familiares.

Situación similar se daría en la educación superior. Julio Cárdenas, presidente de la Asociación de Institutos y Escuelas de Educación Superior (Asiste Perú), estima que el 90% de las clases se realizará de manera virtual, ya que hay cierto temor de parte de los estudiantes, sus familias y los docentes de contraer el virus. Asimismo, menciona que el regreso a clases generaría que los estudiantes usen más el transporte público y se eleven las posibilidades de contagio.

“A raíz de esta experiencia obligatoria con las clases virtuales, los estudiantes han visto las ventajas que hay. Probablemente cuando se levante la pandemia, muchos estudiantes opten por programas semipresenciales o, si es factible, 100% virtuales. Una de las grandes ventajas es el ahorro de tiempo, sobre todo en el transporte. En Lima sabemos que a veces trasladarse del trabajo al centro de estudios puede demandar varias horas”, acota Cárdenas.

En el caso de los nidos y guarderías, la presencialidad no es una alternativa para muchos padres. Vaneza Urueta, presidenta de la Asociación de Nidos y Guarderías Privadas del Perú (ANGP), cuenta que hicieron una encuesta a las familias de la asociación para saber cómo visualizan el servicio educativo y si están de acuerdo continuar con las clases virtuales. El 83% reportó querer continuar bajo dicha modalidad.

“Hay un porcentaje menor que aseguran que sí estarían de acuerdo con la semipresencialidad, siempre que llegue la vacuna al Perú y que esta se haya aplicado a la mayoría de peruanos”, afirma Urueta.

Asimismo, la presidenta de ANGP indica que hay preocupación porque, a pesar de que el ministro ha hablado de que las clases se realizarán mediante tres modalidades, aún no hay un protocolo para ello.

Paul Neira, educador y director general de The Learning Factor, detalla que conversó con tres asociaciones de escuelas privadas, las cuales manifestaron que no estaban convencidas de ir hacia un esquema que alterne la clases presenciales y virtuales.

En gran medida, dice Neira, porque intuyen que les va a significar un aumento en los costos y no podrían trasladarlos a las pensiones, ya que muchos padres no están en la capacidad de pagar más por el servicio. “La postura preliminar de las asociaciones es que sea a distancia, teniendo en cuenta las condiciones que se tienen ahora”, afirma.

Por el lado de los colegios públicos, Neira señala que el gran reto es la infraestructura. Esto debido a que un número importante de estos no tienen buena ventilación y sus poblaciones estudiantiles son grandes.

SECTOR GOLPEADO

La crisis económica deja al sector Educación en una situación compleja. Palomino, de Acopril, señala que el índice de morosidad prepandemia alcanzaba el 40% y que este año está cerrando en 70%. Esto sumado a que varios colegios bajaron las tarifas de sus pensiones.

“En el Perú, hay 25.000 colegios privados. En Lima, hay cerca de 6.000. El 75% son colegios que tienen menos de 100 alumnos. En presencialidad, estas escuelas cobraban S/250, ahora S/150”, indica Palomino.

Esto ha generado además que, a nivel nacional, 2.000 colegios privados cierren y que 3.000 evalúen pausar sus operaciones por uno o dos años o cerrar definitivamente. “En su mayoría son colegios de nivel inicial”, acota Palomino.

Urueta, de ANGP, detalla que el 30% de los asociados han cerrado. “Hasta el último día del año hemos tenido cierres. Hay nidos que están pidiendo un receso, es decir, dejar de atender en el 2021 porque los números no les dan”, agrega.

En ese sentido, Urueta precisa que las guarderías han sido las más afectadas, ya que brindan el servicio de cuidado de niños, el cual es imposible de realizar de manera virtual.

Lo mismo ocurriría en regiones. La presidenta de la Asociación Regional de Instituciones Educativas Privadas de Arequipa (Ariepa), Yngrid Andía, indica que los más afectados de su asociación son los jardines de niños.

“Hasta julio sabíamos que eran 80 jardines que habían cerrado, ahora en diciembre son más del doble. Unos están en receso temporal por dos años y otros han cerrado de manera definitiva”, detalla Andía.

DESERCIÓN

Otro aspecto de la crisis del sector Educación es la deserción. The Learning Factor, ANGP y la Asociación de Promotoras de Educación Inicial Peru (Apiep) realizaron una encuesta a nidos, cunas y jardines a nivel nacional en la que se halló que el 60% de niños y niñas interrumpieron sus estudios este año.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la tasa neta de asistencia en educación inicial cayó en 14 puntos porcentuales en el trimestre abril, mayo y junio del 2020 con respecto a similar periodo del 2019. En la educación primaria y secundaria, la caída fue de 3,5% y 6,1%, respectivamente.

Por su parte, Neira señala que hasta el 2019 el sistema educativo tenía un comportamiento de entre 4% y 5% de abandono, y estima que en el 2020 esa cifra se haya podido duplicar. “Actualmente, en las condiciones en las que estamos aún no hay forma de poder medirse”, agrega.

A nivel de educación superior, Neira menciona que la deserción debe haber aumentado y que los efectos serán muy fuertes a corto plazo.

“Me parece que los efectos más perniciosos de la pandemia están siendo a nivel de la educación superior por interrupción de estudios. La caída aún no la hemos podido dimensionar, así como cuáles serán los efectos que tendrá sobre el mundo del trabajo, del talento, del acceso al stock de personas formadas”, apunta Neira.

En el caso de los institutos, Cárdenas, de Asiste Perú, indica que más de 170.000 jóvenes dejaron sus estudios. “Esto nos hace retroceder 10 años en cobertura de matrícula. Un impacto muy fuerte”, subraya.

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