Los problemas que enfrentaron las pequeñas y microempresas (mypes) generados por la pandemia, como las restricciones para operar, el endurecimiento y la falta de acceso al crédito han pasado la factura a la campaña navideña de estas unidades económicas.
Un sondeo de Mibanco, realizado a clientes y no clientes de la entidad, da cuenta que cuatro de cada 10 mypes espera que sus ventas por la campaña comercial de fin de año sean menores y mucho menores que las del 2019.
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Incluso, el pesimismo es mayor en las plazas del centro y sur, en las que cinco de cada 10 espera que sus ventas se depriman.
Así, en la media nacional solo 6 de cada 10 esperan que su facturación sea similar, mayor y mucho mayor que el año pasado, en una temporada que solía ser de expectativa para todos.
Además, no todas las mypes habrían participado de la campaña navideña, según la Financiera Credinka.
¿Qué factores estarían asociados a la menor participación de las unidades económicas en esta fiesta comercial?
Uno de estos factores es la magnitud del golpe en estas empresas y otro las fricciones financieras que se generaron (endurecimiento del crédito) por el aumento del riesgo y la incertidumbre de la crisis.
A modo de ilustración, la encuesta de Mibanco revela que casi 6 de cada 10 mypes señala que su situación económica-familiar es peor que hace un año.
En las plazas con menos víctimas del impacto de la pandemia, el número de afectados alcanza a la mitad de estas unidades económicas y en las plazas más golpeadas como el centro y el sur, alcanza al 66% y 62%, respectivamente.
“En el sur, no solo el sector turismo ha sido afectado, los colegios no han tenido presencia física. A su vez, rubros como gimnasios y actividades que dependen del turismo han sido afectadas por la pandemia. Entonces, el plazo esperado para la recuperación de estos negocios es más largo, en comparación de una bodega o una botica”, afirma a Día1 José Buendía, gerente de División de negocios de Mibanco.
“Lo que ha sucedido es que la pandemia nos ha dejado sin algunos clientes que no se han podido recuperar o han cambiado de giro. Un fenómeno que ha pasado en el sistema de cajas es que, aunque hay más monto colocado a noviembre, hay menos clientes frente al año pasado”, menciona a este suplemento, Fernando Ruiz Caro, gerente general de Caja Cusco y presidente de la Federación de Cajas Municipales.
RESTRICCIONES FINANCIERAS
Otro factor que afectó la situación de las pymes es el endurecimiento de las condiciones crediticias, que luego fue corregido, en parte, tres meses después con los programas de crédito del gobierno como el FAE-Mype.
A decir de Mary Ferrel, gerente de Negocio de Financiera Credinka, se pudo notar en las mypes el efecto positivo que los programas de financiamiento estatal generaron sobre su salud financiera. Sin embargo, estos llegaron con tres meses de retraso.
De acuerdo con la ejecutiva, el capital de trabajo de una mype solo le permite solventar su operación por una semana, con lo cual, si no logra conseguir nuevos recursos una vez que se acaban debe cerrar.
“Los programas de créditos del Estado para las mypes cumplieron su objetivo, pero llegaron un poco tarde y a un segmento reducido”, señala.
Según el sondeo de Mibanco, cuatro de cada 10 microempresas consideran que sus condiciones de financiamiento se han vuelto más difíciles en los últimos tres meses.
En el centro y en el sur, cinco de cada 10 tienen esta percepción. Solo en la zona norte, el número de mypes que enfrentan estas restricciones crediticias es inferior a la media (tres de cada 10).
Buendía explica que, en los primeros tres meses de la fase de inicio de la pandemia, las entidades financieras se concentraron en facilitar medidas de alivio como reprogramaciones o congelamiento de deudas a las mypes, con la incertidumbre de cómo se desenvolvería la crisis.
Agrega que después de “estabilizar el portafolio” atendieron a los clientes con fondos estatales.
OPTIMISMO SOBRE EL FUTURO
Ferrel refiere que, aunque buena parte de las mypes ha sido afectada por la pandemia, ello no implica que no se recuperarán.
La ejecutiva las divide en dos grupos y sostiene que, en aquel cuya cartera ha sido reprogramada, no tienen la expectativa de invertir en una campaña navideña, porque están reordenando sus finanzas.
Sin embargo, agrega que alrededor del 60% tiene expectativa sobre la campaña comercial y su situación.
Justamente, según Mibanco, casi 7 de cada 10 espera que su situación económica-familiar mejore en los próximos 12 meses.
Por ello, es importante la inmediatez de las políticas de alivio para que la campaña navideña y la mejora de las mypes alcance a todas.
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