Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) -organismo de la ONU especializado en tecnologías digitales- las mujeres prácticamente están ausentes en el desarrollo de programas informáticos, ingeniería o investigación tecnológica, por lo que las brechas de género en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (Stem, por sus siglas en inglés), son más grandes que en otros sectores. Asimismo, solo el 25% de puestos laborales en tecnología son ocupados por mujeres, sostiene el Informe Global sobre la Brecha de Género 2023 del Foro Económico Mundial.
Es en este contexto que nace Latam Inclusive Tech Awards (Lita, por sus iniciales en inglés), una iniciativa de Laboratoria que busca visibilizar y reconocer el trabajo de diferentes empresas y profesionales que están promoviendo la inclusión en sus empresas y contribuyendo a la igualdad de género en la industria tecnológica, para de esa manera poder innovar y ser cada vez más competitivos.
Gabriela Rocha, CEO de Laboratoria, conversó con Día 1 respecto a la tercera edición de Lita, así como sobre el trabajo que Laboratoria ha realizado en su primera década como organización y qué hace falta para cerrar las brechas de género que siguen abiertas a pesar de los esfuerzos.
Las postulaciones a Lita cierran el 10 de junio y pueden hacerse a través del formulario oficial de la web.
"Esta es la tercera edición del Lita y estamos súper contentos porque, en el marco de los 10 años de Laboratoria, el premio es abierto, cualquier empresa puede postular. Además, tenemos patrocinadores y empresas que están auspiciando el premio para darle más peso y más voz"
—¿Qué iniciativas va a premiar Lita en esta, su tercera edición?
Lita tiene tres categorías: pymes, para pequeñas y medianas empresas; corporativo, para empresas entre 201 a más de 5.000 colaboradores; y sector público y sociedad civil. Las empresas que se inscriban podrán participar por los siguientes premios: Hackeando la brecha, Visión ejecutiva, Campeones de la diversidad, Valorando la maternidad, Inspiración STEM e Iniciativa Pionera. En total van a ser 18 premios.
Esta es la tercera edición del Lita y estamos súper contentos porque, en el marco de los 10 años de Laboratoria, el premio es abierto, cualquier empresa puede postular. Además, tenemos patrocinadores y empresas que están auspiciando el premio para darle más peso y más voz.
—¿Qué diferencia a Lita este año a comparación de sus ediciones anteriores?
Un cambio importante en cuanto a las ediciones de Lita es que nosotros premiábamos principalmente a aquellas empresas que habían contratado directamente talento con Laboratoria, ya que queríamos darles más visibilidad para demostrarles que el trabajo que estaban haciendo con nosotros generaba un impacto real.
Pero, lo que hemos visto es que el tema de equidad de género es una tendencia real y muchas empresas se han subido a ese tren que está en movimiento constante. Nos dimos cuenta que era necesario hacer esto de una forma más amplia para poder analizar realmente todas esas buenas prácticas que realmente mueven la aguja, mejores prácticas e iniciativas comprobadas que van más allá de lo simbólico de la equidad de género, y que realmente hacen la diferencia y generan una inclusión de verdad, que necesitan ser vistas para que las demás empresas puedan darse cuenta que no es algo que deban hacer solamente para darle un ‘check’ en la cajita de diversidad de género, sino que es algo posible y que se puede implementar.
"Tenemos más de 1.000 empresas que han contratado ese talento y nuestra tasa de éxito para conseguir empleo para esas mujeres, históricamente, ha sido de 77,5%".
—Desde la fundación de Laboratoria, hace 10 años, ¿cómo ha sido el trabajo?
Hemos visto en todo este periodo un incremento real en la participación de las mujeres en la industria tecnológica en Latinoamérica. Hay muchas más mujeres preparadas para ingresar el mundo de la tecnología y con ganas de entrar a ese mundo.
Sin embargo, la brecha de género en la industria es real, persiste, y todavía hoy, una década después de este movimiento de mujeres en tecnología, las mujeres todavía representan menos del 20% de roles en este sector.
—¿A cuánta gente se ha logrado impactar?
Estamos orgullosos de lo que nuestras estudiantes y egresadas han logrado en estos 10 años, y también de las empresas que se han sumado a este movimiento. Nosotros hemos formado 3.800 mujeres en estos 10 años, tanto en desarrollo web, UX, data análisis, y en diversos roles de alta demanda para la industria de tecnología.
Tenemos más de 1.000 empresas que han contratado ese talento y nuestra tasa de éxito para conseguir empleo para esas mujeres, históricamente, ha sido de 77,5%.
La transformación ha sido real, tanto en la vida de esas mujeres como en cómo se ve hoy un desarrollador en las empresas de Latinoamérica. Hoy en día hay mujeres estudiantes de Laboratoria en todas las principales empresas de Latinoamérica.
Sin embargo, hemos identificado que hay muchos problemas sistémicos que impiden tanto el acceso de las mujeres a la industria tecnológica, como su permanencia a lo largo del tiempo para eventualmente crecer y liderarla.
"Sabemos que siempre que hay transformaciones tecnológicas grandes en la historia, las mujeres se quedan atrás. No porque no quieren o no sean capaces, sino por cuestiones sistémicas".
—¿Cuáles son los retos que ve Laboratoria a futuro?
En los próximos 10 años, queremos seguir innovando y reinventarnos en algunos aspectos para seguir abriendo el camino a más mujeres en el mundo de la tecnología, ajustándose por supuesto a las necesidades del mercado actual.
No nos podemos olvidar que el año pasado fue muy retador para para la industria tecnológica. Hubo una contracción económica importante y, junto con la inteligencia artificial que vino para arrasar, tuvimos que ver qué cambios ocurrirían en el mercado y en la industria para ajustarnos a eso.
Sabemos que siempre que hay transformaciones tecnológicas grandes en la historia, las mujeres se quedan atrás. No porque no quieren o no sean capaces, sino por cuestiones sistémicas.
—¿Cuáles son estos problemas sistémicos que frenan a las mujeres?
Hay varios. Lo primero es que la barrera en Stem sigue siendo real, a pesar de haber sido cuestionada bastante en todo este tiempo y que por primera vez en estos años haya más mujeres inscritas en programas de ciencias de computación.
Por otro lado, existe el ‘motherhood penalty’ en la industria. Cuando las mujeres y los hombres están en el auge de sus carreras, entre los 30 o 35 años, y tienen su primer hijo, no hay ningún impacto en el crecimiento del hombre en su carrera, en cambio, en el de la mujer sí lo hay.
Además, sabemos que las mujeres son promovidas a una tasa mucho menor que los hombres, por diferentes sesgos inconscientes como creer que la mujer no va a poder invertir el mismo tiempo o mismo esfuerzo en su carrera profesional por su vida personal, por pensar que las mujeres no son tan capaces como los hombres y también porque los procesos de reclutamiento, contratación y promociones en las empresas no hacen frente a esos sesgos y, por eso, las mujeres son promovidas aún a la mitad de los hombres.
Si miras los roles juniors en las empresas, muchas veces hay mayor participación de la mujer. Pero si miras hacia arriba, hacia los directorios de los líderes que están tomando las decisiones del sector privado, las mujeres no están ahí.
Esas son algunas de las barreras que necesitamos enfrentar.
"Personalmente, estoy muy convencida de que para lograr estos cambios grandes es necesario que nos sumemos todos: el sector privado, la sociedad civil y el sector público".
—Cómo podemos hacer que se acelere un poco más esta reducción de la brecha?
Siempre que hay un reto, un problema o una transformación, hay un retroceso en el esfuerzo de este movimiento. Entonces, ¿qué podemos hacer para acelerar este cambio? Necesitamos más mujeres en el liderazgo de las empresas, eso es súper importante.
Laboratoria busca hacer dos cosas al respecto: trabajar con las empresas para visibilizar estas mejores prácticas, y por eso Lita busca que las empresas entiendan qué tienen que hacer para lograr realmente más diversidad e inclusión. A la vez, tenemos una iniciativa que se llama Laboratoria+, donde trabajamos con las empresas que tienen mujeres en su fuerza laboral para que estas tengan más recursos, más medios, más apoyo y más habilidades para aprovechar las oportunidades de crecimiento que puedan surgir.
Tenemos que acelerar este cambio de ambos lados trabajando con las empresas, visibilizando esas mejores prácticas que hacen la diferencia y brindar a las mujeres el apoyo y los recursos que necesitan para que ellas puedan triunfar.
Personalmente, estoy muy convencida de que para lograr estos cambios grandes es necesario que nos sumemos todos: el sector privado, la sociedad civil y el sector público.