Aprobarán en próximos días norma que incentiva la contratación formal: ¿cuán efectiva sería la medida?

De hecho, este miércoles 28 de octubre, el presidente Martín Vizcarra precisó que la propuesta, que busca beneficiar a 350 mil trabajadores, será aprobada en los próximos días.

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A diferencia del entregado en abril –que buscaba proteger los empleos–, el próximo tendrá como fin incentivar la contratación de peruanos. De acuerdo a la propuesta que el Ejecutivo ha venido realizando a los gremios y actores del sector Trabajo, el subsidio estaría enfocado a empresas golpeadas durante la pandemia, llegaría al 50% de los salarios, estaría diferenciado por grupos de edad y duraría seis meses.

La pregunta es, ante una lenta recuperación de la demanda interna que los empresarios ven con preocupación a diario, ¿será suficiente esta medida para impulsar los niveles de contratación?

EFECTO LIMITADO

De acuerdo a los especialistas consultados para este informe, esta medida –si bien es bien recibida– no tendría un efecto significativo en el empleo.

Por un lado, el costo laboral asociado a la contratación de personal a plazo indefinido le restaría atractivo al beneficio, explica Germán Lora, socio de Damma Legal Advisors. “Los empresarios compararán entre la complicación laboral y el subsidio del Estado, y preferirán no hacer el sobreesfuerzo para contratar a nadie [...]. No creo que sea un sistema que funcione mucho”, señala. Será de relevancia, agrega Lora, precisar cómo se determinará el nivel de afectación y si es necesaria la exclusión del beneficio para el resto.

De otro lado, para Ricardo Márquez, presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), el subsidio sí podría ayudar al sector informal a incorporar “dos o tres trabajadores en planilla”. Asimismo, advierte que es probable que las empresas incorporen a la formalidad a los trabajadores solo por el tiempo que dure el subsidio. Por ello, “en seis meses tenemos que ver una alternativa para que se reduzcan los impuestos laborales de las pequeñas empresas”, añade, y que estos se mantengan en la masa laboral formal.

Se trataría de una “norma parche”, según Jorge Ochoa, presidente del gremio de la Pequeña Empresa de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), pues no se está atacando la problemática de fondo que es la rigidez laboral y los sobrecostos laborales. “Si un empresario está tan herido en un centro comercial o un mercado, por más beneficios que haya, si no hay mercado a quién va a contratar”, cuestiona.

Además, recalcó que el atractivo del programa también dependerá de cuán capacitado esté el personal subsidiado.

OTRAS MEDIDAS EN LA MESA

En este contexto, el contrato temporal se perfila como la herramienta que preferirá la empresa para reorganizar su estructura e impulsar su producción, señala Katy Noriega, asociada senior en Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría.

De hecho, una medida que ha sido planteada por la SNI al sector Trabajo es que los contratos fijos temporales sin motivación se puedan flexibilizar, los cuales incluyen todos los derechos laborales y le permitirán al empresariado responder ante una coyuntura aún incierta.

“No se puede hacer un pronóstico de ventas porque el mercado interno esta frágil. Cómo hacemos si quiero contratar a 20 personas y no responde el mercado. Tengo que tener flexibilidad. Estamos ante una teórica demanda estacional, no se sabe cuánto responderá noviembre y diciembre, que eran los meses que se vendía más en el año”, explica Ricardo Márquez.

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Coincide con él Armando Gutiérrez Gonzales, socio del área laboral de Rubio Leguía Normand, quien también señala que actualmente la aplicación de los contratos temporales no necesariamente calzan con los supuestos de la ley (incremento de actividad, servicio especial, suplencia, entre otras).

“Ya sea ampliando supuestos de contratación temporal o restringiendo la posibilidad de la reposición en el empleo únicamente a los supuestos de despido nulo, como está en la Ley de Productividad, creo que las empresas estarían más dispuestas a contratar trabajadores”, indica.

Otra de las medidas que sigue perjudicando a las empresas es el relacionado a los grupos de riesgo, quienes –si no pueden realizar trabajo remoto– acceden a la licencia con goce de haber y no pueden aplicar a la suspensión perfecta de labores, de acuerdo a Noriega. “Están siendo protegidos a costa de las empresas. Y esto es desde marzo hasta ahora”, señala Gutierrez.

En tanto, Ochoa, de la CCL, recalca que una medida que sigue pendiente mucho antes de la pandemia es la simplificación de la Ley Mype en cuanto a los regímenes laborales, la cual permitiría a micro y pequeños empresarios registrados ante la Sunat incorporar en la práctica a sus trabajadores en la formalidad.

EN PUNTOS: Jóvenes, los más impactados

• Una de las prioridades de la propuesta del Ejecutivo es incentivar la contratación de jóvenes.
• El grupo más afectado en pérdidas de puestos de trabajo son los menores de 24 años, cuya PEA se redujo en 23% en Lima Metropolitana en el trimestre de julio a setiembre.
• Se debe trabajar entre el sector privado, los centros técnicos y el Estado para que el sistema de becas nacional asegure la contratación de los jóvenes en función a la demanda, señala la SNI.

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