Cruz del Sur: “Si los buses vamos a parar, ¿por qué no los aviones? Aquí hay una preeminencia de intereses empresariales que no debería darse”

Ante esa coyuntura, la firma retoma su plan de contingencia, un plan que ya no es el mismo que el aplicaron el año pasado, pues hay nuevos –y graves– aspectos para tomar en cuenta.

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-¿En qué situación llegan a esta nueva cuarentena? ¿Qué tanto se había recuperado Cruz del Sur para febrero?

Nuestra recuperación ha sido distinta en nuestras tres líneas de negocio. En lo que es transporte interprovincial de pasajeros, llegamos al 50% de lo que manejábamos antes de la pandemia. En cuanto al servicio de cargo, ya estábamos al 80%. Donde sí habíamos llegado al 100% es en el transporte institucional, que básicamente está abocado a la gran minería.

- Y, a partir de esta semana, ¿cómo cambiará su operación?

Vamos a tener que ajustar las operaciones y el personal, lamentablemente. Suspenderemos nuestro servicio interprovincial de pasajeros por las próximas dos semanas, es decir, se reducirá a cero. El de cargo se quedará en un 60%, mientras que el corporativo sí esperamos que se mantenga trabajando a toda su capacidad.

- ¿Por qué suspenden el transporte interprovincial de pasajeros? No en todas las regiones se restringirá, pues no todas están en situación de gravedad extrema.

Podríamos mantener algunas rutas interregionales, por ejemplo, entre Cusco y Puno, aunque tendríamos que hacerlo al 50% de la capacidad de cada bus. Con toda la inversión que hemos hecho (lámparas UV para los filtros de aire, cortinas de un material especial entre los asientos, además de otras) y sin poder operar en Lima, la verdad que no hace mucho sentido mantener este servicio durante las próximas dos semanas.

- Lima es vital para ustedes.

Lo más lamentable es que el transporte terrestre interprovincial no podrá operar en Lima, pero el aéreo sí, ¡y con los aviones al 100% de su capacidad! Eso nos causa mucho malestar. Se supone que estamos ante medidas sanitarias radicales como la cuarentena. Se supone que la prioridad es detener la movilización de personas. Entonces, si los buses vamos a parar, ¿por qué no los aviones? Y todavía saldrán desde el Jorge Chávez, en el Callao, una región que está considerada de gravedad extrema.

- ¿Qué les ha dicho al respecto el Ministerio de Transportes (MTC)?

Bueno, la resolución es muy clara y, como toda resolución, la debemos acatar. El transporte terrestre interprovincial no puede operar en regiones consideradas de gravedad extrema. Pero el aéreo sí puede enviar pasajeros al resto del país desde una zona con alto contagio. Eso es escandaloso y revela que aquí hay preeminencia de intereses empresariales extranjeros, algo que no debería darse y menos con anuencia del MTC.

-¿No son más altos los estándares sanitarios que se cumplen en el modo aéreo que en el terrestre?

No, son muy parecidos y, de hecho, los filtros en las aeronaves se cambian cada tres minutos, cuando el contagio se puede dar en 10 segundos. Aquí hay que tomar en cuenta algo muy importante: si estamos hablando de un bien superior, que es la salud pública, por qué, mientras el país vuelve a tomar el trago amargo de la cuarentena, prevalecen ciertos intereses empresariales.

- ¿Cuál es su ruta a seguir frente a esta situación? ¿Sirve de algo que se les haya extendido la operación hasta mañana?

Si esta disposición se confirma, operaremos hasta mañana (lunes) nuestro servicio interprovincial de pasajeros, según la capacidad instalada que tenemos. Esta extensión lo que revela es falta de criterio para adoptar medidas frente a la segunda ola.

- Sentirán el impacto, de todas formas. ¿Cuánto los afectará la cuarentena?

Para comenzar, no creo que dure solo 15 días. Por lo menos será todo febrero. Así, la caída de nuestros ingresos en febrero será de 35%, y también reduciremos en ese porcentaje nuestro personal, que ya se había reducido a 400 colaboradores en el 2020.

- Precisamente, tomando como referencia lo ocurrido el año pasado y lo que está pasando este 2021, ¿cómo cambia la torta de sus ingresos con la crisis?

Se recompone por las circunstancias. Antes de la pandemia, en el 2019, nuestro ingresos por el transporte interprovincial de pasajeros cubrían el 55% de la torta. Ahora bajan al 40%. El institucional, en cambio, subió de 30% en el 2019 a 45% hoy. Y el de cargo se mantiene en 15%.

COMPETENCIA CON LAS AEROLÍNEAS ‘LOW COST’

- La pandemia ha cambiado sustancialmente las cosas, sin duda, pero en su sector también estaba influyendo la competencia de las aerolíneas ‘low cost’, antes de la emergencia sanitaria. Recuerdo una frase suya de una entrevista en el 2019, cuando dijo que el avión había “aterrizado en el techo” de sus buses.

Sí, y eso nos ha obligado a transformar nuestro modelo de negocio. Es un proceso que ya veníamos ejecutando en el 2020, pero que se suspendió por la pandemia. Sin embargo, para finales de este año ya lo habremos concretado al 100%.

Como referencia, debo decir que el impacto de las ‘low cost’ fue exponencial en el 2019, y a nosotros nos agarró primeros en la fila. Los buses no pueden competir con tarifas de ‘bajo costo’ en las rutas largas, evidentemente.

- ¿Entonces cómo competirán?

Lo que no pueden hacer los aviones es subir y bajar en cada región. Por eso estamos reduciendo nuestro volumen de rutas largas y concentrándonos en las cortas y medianas. Si antes íbamos con tres frecuencias diarias a Piura o Arequipa, ahora iremos con una o dos en temporada alta. Y si antes íbamos a Arequipa con un viaje directo, ahora lo haremos por segmentos: de Lima a Ica, de Ica a Nazca, de Nazca a Camaná, y de Camaná a la Ciudad Blanca.

- ¿Y dejarán de ir a algún destino?

A Cajamarca, pero solo a ese.

CABLE A TIERRA:

1. Cruz del Sur cuenta con una flota de 394 unidades de transporte. 154 para el servicio interprovincial de pasajeros, 170 para el institucional, y 70 para la carga.

2. Este 2021 la firma espera igualar ingresos con gastos, y el 2022 recuperar su crecimiento, que fue de 8% en el último quinquenio.

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