Este año, el Estudio de Marcas 2024, elaborado por la consultora Arellano, ha medido por primera vez la categoría arroz. Un producto central en la canasta básica y protagonista en las mesas peruanas.
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De acuerdo al informe, Costeño es la marca que el consumidor más recuerda con un 28% de las menciones, seguida –muy de cerca–por la marca Faraón, con el 21%, ocupando el segundo lugar del ‘top of mind’. A ella le siguen Paisana (8%) y Caserita (5%).
Pero, a nivel de las marcas que consumen con mayor frecuencia y la que es su preferida, Faraón pasa a liderar el ranking. Así también es la marca que los peruanos más extrañarían si desapareciera, la primera que recomendarían y a la que le tienen más confianza dentro de la categoría, superando ligeramente a Costeño.
Jorge Rubiños, gerente Comercial de la consultora, afirma que les ha sorprendido cuán cerca está Faraón a Costeño en la lista, y que la marca norteña haya logrado destacar en un mercado tan atomizado.
“Deben aprovecharlo para crecer, es su momento”, agrega. Asimismo, destaca que Costeño resalta por su diversificación, ya que hoy también tienen aceites y galletas de arroz, lo que ayuda a su recordación.
Tomás Padilla, CEO de Productos Faraón, comenta a Día1 que la marca, que tiene una trayectoria sostenida desde el 2002, ha logrado un posicionamiento efectivo por su presencia y promoción en diversos puntos de venta a nivel nacional, así como mantener el foco en la calidad, los precios competitivos y en la variedad de presentaciones.
“La relación costo-beneficio genera interés en nuestros clientes tradicionales y potenciales. En los últimos tres años, venimos creciendo 20% anual. Nuestro compromiso con la calidad y la satisfacción del cliente ha sido fundamental para alcanzar estos resultados positivos”, nos cuenta.
Para el ejecutivo, además, en los últimos años, han consolidado su posición en el mercado debido a la preferencia de sus consumidores en diversos segmentos. Al combinar estrategias de ‘buzz marketing’ (boca a boca) junto a otros medios tradicionales, con lo que han logrado comunicar su promesa de valor, “afianzada en la excelente calidad, precios competitivos y una amplia variedad de presentaciones”.
La marca lambayecana, además, también se viene diversificando, y ha ingresado con buenos resultados al mercado de menestras, agrega Rubiños. “De hecho, seguimos trabajando para lograr expansión y posicionamiento en todos los canales con esta categoría”, comenta Padilla. Adelanta que alista su ingreso a más categorías.