Las empresas deberán responder por cómo afrontaron el compromiso con sus clientes y trabajadores en la crisis

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En el corto plazo, las empresas y sus directorios todavía viven en ‘modo crisis', respondiendo a las necesidades inmediatas de todos sus grupos de interés. Desde fuera, los inversionistas no deberíamos ser ajenos a monitorear estas acciones.

Durante los últimos años, el mundo se ha vuelto más consciente sobre la necesidad de incluir los factores ambientales, sociales y de gobierno en las inversiones; sobre todo en inversiones de mediano y largo plazo. Actualmente, son al menos 2.300 inversionistas a nivel mundial con más de US$86 trillones en activos bajo administración que están comprometidos con los principios de inversión responsable.

EL COMPONENTE SOCIAL

Lo que es necesario tomar en cuenta es que, hasta hace pocos meses, la cara más visible de las inversiones con criterios ambientales, sociales y de buen gobierno corporativo (ASG) era el componente ambiental y hoy el enfoque ha girado hacia el componente social. En el mediano plazo, las empresas y sus directorios deberán responder por cómo han afrontado el compromiso con la comunidad, con sus clientes y sobre todo con sus trabajadores, cuya seguridad sanitaria y laboral se ven vulnerables ante una economía semiparalizada.

En algunos casos, las empresas han decidido otorgar licencias o buscar un consenso de reducción de sueldos para evitar el desempleo de su fuerza laboral. Decisiones que serán evaluadas bajo la lupa del compromiso social. Asimismo, en un contexto en el cual la tendencia de digitalización que ya se venía dando se acelerará, toma mayor relevancia que nunca el cuidar la privacidad de datos de los clientes y evitar incidentes de ciberseguridad. Por otro lado, si el esfuerzo por incrementar la diversidad se enfocaba en el tema de género, hoy la diversidad en las empresas tomará un enfoque más amplio.

Sin duda, hasta hace unos meses, el factor ambiental generaba el mayor interés en un contexto de riesgo por el cambio climático. Hoy, el factor social, o “S”, empieza a tomar fuerza también; en medio de una crisis donde lo que más importa son las personas.

(*) Daniela Door es gerenta de Análisis y Alternativos de Prima AFP.

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