La comercialización de cannabis medicinal en cadenas de farmacias como MiFarma e InkaFarma, sin duda, marca un gran paso para el acceso del producto terapéutico en el país. Sin embargo, dentro de la reglamentación actual, hay una población que no está considerada: las mascotas, aquellos engreídos de cuatro patas por las que haríamos mucho más de lo que imaginamos para que estén sanos y quienes podrían encontrar en el cannabis una alternativa para sus dolencias.
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