¿Cuántas noticias o anuncios de tecnología has visto estas semanas? Probablemente muchos. El 2024 ya está mostrando sus cartas: más Inteligencia Artificial -y cada vez más al alcance de la mano-, sofisticados dispositivos interconectados, aumento en la automatización empresarial, nuevas herramientas de ciberseguridad y hasta nuevos usos de la computación cuántica.
Años atrás, la evolución de la tecnología tenía un ritmo más lento pero hoy, la ‘explosión’ en el uso de herramientas como consecuencia de la democratización tecnológica y la necesidad de lograr un diferencial competitivo, ha hecho que las empresas tengan este punto entre sus prioridades.
De hecho, IDC estima que la industria de TI en América Latina crecerá este año. Y, en el caso del Perú, la firma prevé que ese crecimiento será de 11%, dos puntos por encima de la proyección de Estados Unidos.
No es casualidad, es una realidad. Las empresas peruanas tienen sus ojos puestos sobre la tecnología y quieren invertir más, no solamente porque les genera una ventaja competitiva de negocios, hace sus procesos más eficientes y entrega resultados rápidamente, sino por cada uno de nosotros: las personas.
Los usuarios, clientes finales o público -como sea que les llamemos dependiendo de la industria- son quienes amplifican el impacto de una tecnología, cuando se trata de un caso de éxito. Ya sea que hablen, se fidelicen, recomienden o adquieran más productos o servicios, las personas se han convertido en un motivo clave para que las empresas den pasos adelante para su transformación digital.
Por ejemplo, hace poco, el Sevilla FC anunció el uso de IA de IBM para el reclutamiento de jugadores. Una plataforma con más de 200.000 informes centralizados de sus ‘cazatalentos’, que les permite optimizar su trabajo. Y, aunque la IA está al servicio de los reclutadores, el impacto positivo lo están percibiendo los fanáticos, accionistas, ejecutivos, y el mercado futbolístico en general.
Con esto en mente, el 2024 proyecta tres grandes hitos para el uso de tecnología en las empresas:
- Uso consciente de la IA y otras tecnologías: Las organizaciones pasarán de implementar herramientas por tendencia, a hacerlo de forma estructurada, organizada y responsable.
- Diversas industrias que tradicionalmente no tenían la tecnología como una prioridad, empezarán a ver los beneficios que puede traer su adopción, algo que ya ocurre con banca y finanzas, retail o telecomunicaciones.
- Apuesta de las organizaciones por entrenar y reentrenar a sus colaboradores: las tecnologías emergentes suponen una necesidad de transformación cultural, pero también de aprendizaje, así como la adquisición y desarrollo de nuevos conocimientos.