Álvaro Correa, CEO adjunto de Credicorp, sostiene que el Holding ha entrado en un proceso profundo de reflexión sobre su rol, su misión, su propósito y gobierno corporativo. Detalla qué espera para la organización en este año.
PARA SUSCRIPTORES: ¿Por qué la segunda ola nos encontró sin oxígenos?
—¿Cuál fue el impacto de la pandemia en los negocios de Credicorp?
La pandemia ha hecho que el 2020 sea un año muy duro para todos. Lo primero que hicimos es asegurar que nuestros colaboradores estuvieran bien de salud, que pudieran continuar con sus funciones en lo posible de manera remota, salvo en las que se tiene que atender al público. También pusimos energía en que nuestros procesos sean lo más virtuales posibles. Teníamos una ruta de digitalización que se aceleró de manera importante en todas las empresas del grupo, las metas en transacciones y servicios digitales que teníamos para alcanzar en tres años, las tuvimos que lograr en tres o cinco meses por razones obvias.
—¿Cuál fue el impacto en los negocios?
Algunas empresas fueron mucho más golpeadas que otras. Los negocios que tuvieron resultados muy inferiores a los esperados fueron, obviamente, los bancarios, como el Banco de Crédito (BCP), Mibanco, el Banco de Crédito de Bolivia, Mibanco Colombia, en fin, todos los negocios bancarios estuvieron muy afectados por el desempeño de las carteras. Ahí también actuamos muy rápido en ayudar a los clientes a pasar esta situación de la mejor manera posible. Incluso, reprogramamos deudas mucho antes que los programas del gobierno, y esto se sigue haciendo porque esas reprogramaciones se vencen y hay que volver a tener un nuevo acuerdo con los clientes para continuar ayudándolos.
—¿Qué otros negocios fueron afectados?
Otro negocio muy golpeado ha sido el de los seguros de vida, se tuvieron que indemnizar más fallecimientos en las distintas coberturas que damos y eso impactó fortísimamente a nuestra compañía de seguros. También la tercera línea de negocios altamente golpeada ha sido la de las clínicas y prestación de salud, porque inmediatamente se tuvieron que cerrar muchos servicios, dedicar la energía a la atención del COVID-19.
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—¿Ha habido mejoras?
La situación de las carteras de créditos ha ido mejorando hacia finales del año. En el caso de los seguros de vida han tenido un efecto cola, la segunda mitad del año fue peor que la primera. Las clínicas empezaron a recuperar, pero ahora sobre todo en el negocio de vida estamos retrocediendo un poco. Ha sido un año muy duro en todos sus aspectos. El tercer trimestre puede haber sido el peor y en el cuarto trimestre se han visto algunas tendencias favorables en la recuperación de colocaciones de préstamos, oferta de seguros, aportes en Prima AFP, etc.; entonces, el cuarto trimestre ha sido un poco mejor en línea con la recuperación del país, hubo un poco más de actividad, más apertura, esperamos no regresar a una situación así.
—A noviembre del 2020, los créditos de consumo, corporativos e hipotecas del BCP se contrajeron, ¿fue solo por la pandemia?
La caída del crédito personal tiene que ver con el menor consumo. Hubo una retracción en su momento del uso de tarjetas de crédito bastante evidente y, en general, de los créditos personales. Pero todo este impacto de una menor actividad se está recuperando. En los créditos corporativos e hipotecarios ocurrió lo mismo. La inversión, el financiamiento de inventarios y el apetito por comprar viviendas se afectan en situaciones como esta, pero tenemos muy buenos indicadores de que la situación ha empezado a recuperarse en el cuarto trimestre.
—La morosidad de las tarjetas de crédito del BCP subió en casi 11%, ¿qué es lo que pasó ahí?
La mora refleja los atrasos, que han representado para el BCP un costo de provisiones por cartera vencida y dudosa muy alto. El impacto de la pandemia en los resultados económicos de los bancos del año pasado ha sido muy duro, el BCP con algo de utilidad, muy marginal, y Mibanco con pérdidas, pero todo esto lo que hace es demostrar la fortaleza patrimonial del grupo. El Banco de Crédito puede afrontar estas situaciones sin problema, a pesar de haber tenido un año duro; y en Mibanco, en diciembre, hicimos un aporte de capital importante por S/400 millones, lo mismo en Mibanco de Colombia. En total en microfinanzas hemos hecho un aporte de capital como de S/500 millones. Ha sido un año de provisiones altísimas, pero para eso está nuestra fortaleza patrimonial.
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—Además de las medidas de reprogramar deudas y realizar provisiones, ¿qué otras tomaron?
La tercera gran decisión es qué haces con los proyectos, tienes un montón de proyectos que están en marcha, de inversión, digitalización y transformación, y la decisión fue bien simple, esto no para. Esto es una crisis y tenemos que apostar en el largo plazo y todo eso continúo impresionantemente bien, porque el equipo se adecuó rápidamente al trabajo remoto. Entonces, te diría clientes, cartera, atención básica y después continuar apostando e invirtiendo.
EXPECTATIVAS PARA EL 2021
—¿Qué expectativas tienen sobre las medidas sanitarias de la segunda ola?
No estamos viendo aún señales de un nuevo deterioro en las carteras de crédito. El hecho de que las medidas sanitarias se hayan dispuesto en forma selectiva, va a ayudar a que muchas actividades puedan continuar con las medidas de precaución. Eso va a hacer que el golpe, en esta oportunidad, no sea de la misma magnitud. Sí me preocupa el negocio de seguros de vida. Hemos visto nuevamente un pico de contagios cercanos a los momentos más difíciles, por el bien de las personas esperamos que no trascienda en más muertes, pero depende de lo que ocurra puede tener impacto en el negocio de seguros de vida, sin embargo, en este momento estamos viendo una actividad relativa y aceptablemente normal, con lo cual pensaría que la situación de nuestras carteras y de nuestros portafolios no se golpee de manera importante.
—¿Esperan un crecimiento o recuperación en sus negocios para este año?
Sin duda. En todas las líneas de negocio vemos un año con mucha más actividad, tenemos proyecciones interesantes en todos los negocios, algunos pueden estar más inmunes o protegidos y otros un poco más sensibles, por ejemplo, en las clínicas y los seguros de vida, un rebrote de COVID-19 puede complicarnos, pero sin duda vemos un año bastante mejor que el anterior.
—¿Qué planes tienen para este año?
Hemos aprendido muchísimo en el año que pasó y no queremos retroceder a la situación anterior. Por ejemplo, en la línea de la digitalización, la ruta tiene que continuar. Tenemos que fortalecerla para brindar igual o mejores servicios que antes, por lo tanto, esos proyectos de inversión seguirán, pero sobre todo el gran cambio mental que uno ve en Credicorp, en el último año, es esta conexión que necesitamos tener con el país, con la población, con nuestros clientes, con nuestros empleados, con nuestros proveedores, con la relevancia de que somos el termómetro del país, por lo tanto, tenemos una misión y un propósito muy identificado con el Perú. Esa conexión de ser más cercanos, más humanos, más de pensar de qué manera podemos contribuir más con el país es el principal cambio de mentalidad que ves hoy en Credicorp. Eso se ha demostrado y se ha vivido mucho en estos últimos meses, vamos a profundizarlo, tenemos un rol que cumpliremos.
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—¿Tienen planes de compras?
En el país, las posibilidades de compras son limitadas. No vemos mucho más espacio, pero si estamos activos en Colombia. Allá compramos Ultraserfinco para el negocio de Credicorp Capital, creamos Encumbra, compramos Bancompartir, que hoy se llama Mibanco Colombia. Miraremos en Colombia si hay otras oportunidades, es un mercado muy interesante, es un país donde se presentan algunas oportunidades interesantes, y miraremos también oportunidades en Chile.
Otro vehículo de crecimiento que tenemos es la ruta digital, la ruta startup, a través de Krealo. En Krealo estamos en Perú Colombia y Chile con varios negocios que o hemos creado o nos hemos sumado al esfuerzo, hemos adquirido, nos hemos asociado. Se nos presenta esta oportunidad de crecimiento al lado de nuestras empresas tradicionales.
—Además del golpe del COVID-19, en el 2020 se desataron riesgos regulatorios, ¿cómo les afecta?
Sobre el tema de la usura o los límites a las tasas de interés, ha sido acertada la decisión del gobierno de observar esta ley, porque esos topes en las tasas de interés impactan sobre todo en las entidades de microfinanzas, en las que hay más de tres millones de clientes de consumo y pymes. Un porcentaje de esas personas puede acceder a un crédito, porque las entidades que les prestan están cobrando una tasa de interés que permite cubrir el costo operativo y la morosidad. Con los topes la informalidad del préstamo se va a multiplicar. Espero que el Congreso recapacite porque está dañando a la población.
—¿Qué opina de la reforma del sistema previsional planteada por el Congreso?
Hay principios importantísimos que se están alterando. Uno es de la propiedad individual, los derechos de las personas, el derecho a su dinero y el derecho a elegir. Se está creando, en el fondo, la estatización del sistema y el que diga lo contrario no es correcto. Que por ahí se licite la gestión de fondos eso no significa que no todo sea recaudado por Sunat, que todo vaya a cuentas administradas por una nueva entidad, ya las personas no podrán elegir y esa entidad es la que va a dar el servicio. Desde el inicio nació mal. Espero que se discuta y se entienda que esto no es defender a las AFP, esto es defender la libertad, los derechos de los afiliados a una pensión digna y acá se están violando varios de esos derechos. Me preguntaba por el riesgo regulatorio y no me preocupa tanto el riesgo en nuestros negocios, me preocupa más el impacto en la población.
—Usted gestionaba en paralelo Pacífico Seguros y Credicorp, pero luego dejó Pacífico, ¿qué tan compleja es la tarea en Credicorp?
Credicorp dejó de ser un simple holding desde hace un tiempo y estamos en proceso de organización para trabajar más temas en conjunto, maximizar fortalezas, buscar algunas sinergias o beneficios comunes, por lo que hemos identificados cuáles son esas cosas que podemos aprovechar todas las empresas. Había una agenda que la llamamos Credicorp Way, que perseguía ese objetivo, y esto requería una dedicación tanto de Walter Bayly como la mía.
—¿Qué comprendía esa agenda?
Un ejemplo es el trabajo conjunto que tenemos entre Pacífico Seguros y el Banco de Crédito (BCP) para proteger a los clientes del banco con coberturas de diversa índole, trabajo que extendemos a Mibanco. Asimismo, trabajamos en una agenda digital conjunta para maximizar ciertos recursos difíciles de encontrar en el mercado, especializados y que puedan servirnos a todos, como por ejemplo, en análisis de datos, ciberseguridad y arquitectura de sistemas. Lo que hacemos es apalancarnos de esos recursos para poderlos utilizar en las distintas empresas del grupo.
—El índice de recomendación neta del Banco de Crédito bajó el año pasado, ¿qué reflexiones les ha llevado al respecto?
El indicador no nos sorprendió. A fines del 2019 e inicios del 2020, entramos a un proceso profundo de reflexión interna sobre nuestro rol, nuestra misión, nuestro propósito y nuestro gobierno corporativo. Empezamos por el gobierno corporativo, hemos realizado un trabajo muy serio en este frente, en las reglas, en las sesiones de directorio, etc. Esto, nos llevó al siguiente paso, pensar en cómo entendemos nuestro rol con la sociedad, entonces es ahí donde nació nuestro programa de sostenibilidad.
Nos dimos cuenta que necesitábamos ayuda externa y nos propusimos entender mejor cuál es nuestra situación, cuál es nuestro rol y qué debemos hacer, y la conclusión más importante a la que llegamos es que nuestro rol es que nuestro negocio y nuestro ‘core’ se haga de manera responsable y sostenible, que nuestros productos respondan a verdaderas necesidades de la población, que en nuestros objetivos esté impulsar la inclusión financiera porque eso trae bienestar, que seamos transparentes con los clientes, por ello, todo esfuerzo por la transparencia va a ser promovido, que tengamos productos dirigidos a atender ciertas necesidades que no están siendo atendidas, que nuestros colaboradores estén bien tratados, bien remunerados y que haya equidad. Estamos trabajando mucho por la equidad de género, que nuestras políticas crediticias favorezcan, por ejemplo, la protección del medio ambiente.
Nuestro programa lo hemos definido en tres pilares y en 12 aspiraciones. Nos hemos puesto metas y hay una gestión de esto. Este es una respuesta larga a un tema muy importante sobre cuál es nuestro rol y qué estamos haciendo al respecto, porque queremos que vean a Credicorp como el grupo financiero que más apoya el bienestar del país. Esa es la expectativa que tenemos.
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