Pese al crecimiento estimado por la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) de 1,1%, el PBI de la Construcción aumentó apenas 0,2% en mayo último, convirtiéndose en la actividad productiva que menos creció de las catorce que evalúa el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI).
En tanto, el gremio estimó preliminarmente que, en junio, la actividad constructora se habría contraído en 1,7% debido a que el consumo de cemento habría decrecido en 1,5% y el avance de obras públicas habría caído 2,6%.
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Guido Valdivia, director ejecutivo del gremio, señaló que la actual situación política afecta al sector generando desconfianza, lo que implica que los agentes económicos se abstengan de invertir. Ante ello, la proyección es que este año el sector registraría una caída de 3,5%, anotó.
Asimismo, señaló que el Gobierno ha erosionado la capacidad del Estado de gestionar servicios básicos, como, por ejemplo, entregar DNI o pasaportes, y eso ocurre también en los sectores vinculados a la construcción.
Otro factor que impacta anotó, es la corrupción, que origina que muchos procesos de licitación de proyectos u obras se realicen con un solo postor o que se declaren desiertos por falta de postores.
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Así, los principales componentes del sector construcción entran a un escenario negativo por el acelerado deterioro de la confianza, y al que se suma el complicado entorno internacional.
“Ante las perspectivas de recesión económica, la inversión privada se contraerá, así como la inversión pública, mediante la ejecución de los presupuestos públicos, no crecerá este año, debido a la demora y la impericia del gobierno nacional en tomar medidas efectivas para eliminar las barreras administrativas, normativas y presupuestales que afectan su ejecución”, señaló Valdivia.
Juan Carlos Tassara, presidente de la Asociación de Empresas Inmobiliarias del Perú (ASEI), señaló que la crisis política que atraviesa el país no ayuda a generar un escenario donde los empresarios y las personas confíen en realizar inversiones a largo plazo.
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Carlos Casas, profesor principal del departamento académico de Economía de la Universidad del Pacífico, coincidió y señaló que nos encontramos en un “equilibrio fangoso” donde nadie se arriesga a tomar decisiones económicas que impliquen invertir a largo plazo y han parado los planes de expansión.
“La inversión está asociada a la construcción y esto afecta tanto a la inversión inmobiliaria como a la inversión privada que implica gastar en maquinaria, equipos, construcción, ampliaciones. Todo eso se ve afectado”
Carlos Casas, profesor del departamento académico de Economía de la Universidad del Pacífico
Inversión
Para Capeco la inversión privada no crecerá y probablemente disminuya mientras subsista la falta de confianza de los agentes económicos y las familias.
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Valdivia indicó que la inversión privada en el sector es cuatro veces la inversión pública y la mayor parte de ella, contrariamente a lo que se cree, es de empresas nacionales y una parte importante corresponde a pequeñas y medianas empresas.
De otro lado, señaló que hay cinco normas que se han dado, desde el Ejecutivo, en los últimos seis meses que van a depredar más la capacidad del Estado para promover inversión. Son medidas que vienen de los Ministerios de Trabajo, Economía, y de Transportes y Comunicaciones.
“Una de las más perjudiciales para la construcción, debido a la estacionalidad y especialización que requieren las obras, es la de la tercerización laboral, que generará pedidas de puestos de trabajo y afectará a las empresas”
Guido Valdivia, director ejecutivo de Capeco
Sobre ello, Tassara explicó que la eliminación de la tercerización generaría informalidad y afectaría principalmente a las medianas y pequeñas empresas que no podrán prestar sus servicios especializados a las medianas y grandes.
“Podríamos volver a la construcción de antes, ahora los obreros se encuentran en planilla, sus ingresos son bancarizados, etc. No tiene sentido una anulación de la tercerización porque va en contra de la tendencia mundial en que empresas especializadas son más eficientes”, agregó.
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Casas señaló que, si bien la inversión pública podría crecer un poco en esta segunda mitad del año debido a las elecciones municipales y regionales, no compensará a la inversión privada que corresponde al 80% de la inversión en el país.
Asimismo, explicó que si se elimina la tercerización implicaría una elevación de costos, lo que llevaría a elevar los precios de las viviendas o reducir los márgenes de ganancias de las empresas.
“La incertidumbre afecta la inversión y por ende a la construcción, que genera bastante mano de obra. Si a esto se le suma las consecuencias de anular la tercerización laboral, hay una combinación perfecta para que el sector se estanque”, anotó.
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¿Cómo revertirlo?
Según Tassara, lo más importante ahora es que el escenario político mejore y que el Estado genere herramientas para poder revertir la situación.
“El cambio constante de ministros, el tener un escenario poco claro hace que no podamos decidir sobre qué asuntos son importantes para generar que el sector tenga algún repunte. Tenemos un Gobierno muy desorganizado”
Juan Carlos Tassara, presidente de la Asociación de Empresas Inmobiliarias del Perú
Para Casas, resulta paradójico que lo que genera la crisis es la cantidad de mensajes que se brindan, aunque no se haya tomado ninguna medida concreta para cambiar drásticamente las condiciones económicas del país.
“No tenemos nada concreto, pero sí enfrentamientos entre el Ejecutivo y el Congreso, y funcionarios de poca capacidad en el sector público, con lo que se genera desconfianza, ruido e incertidumbre, y acabar con esto es lo más importante”, subrayó.