BID: Perú se destaca por prudencia fiscal y manejo de niveles de deuda ¿cuáles son los riesgos y desafíos que enfrenta el país en materia de crecimiento?

Durante la presentación del informe “Lidiar con la deuda, menos riesgo para más crecimiento en América Latina y el Caribe” realizado en la Universidad del Pacífico, investigadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), sostuvieron que la región tiene retos importantes de crecimiento económico a mediano plazo.

Así, el gerente del Departamento de Países Andinos del BID, Tomás Bermúdez, destacó la estabilidad macroeconómica y la fortaleza fiscal del Perú que, gracias a las políticas económicas prudentes y el manejo de los niveles de deuda, han permitido llevar con éxito los desafíos internacionales y retomar la senda de crecimiento.

En el panel de discusión sobre el libro presentado, se identificaron los riesgos y retos en materia de crecimiento que podrían afectarlo y las medidas para mitigar estos riesgos.

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Desde el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el director general de Política Macroeconómica y Descentralización Fiscal, José Luis Bustamante, mencionó que, si bien la economía peruana se caracteriza por su resiliencia y prudencia fiscal, entre los retos de mediano plazo se encuentra mejorar la competitividad y productividad, puntos que se vienen trabajando desde la cartera, aunados a generar nuevos motores de crecimiento, aseguró.

Sobre ello, mencionó que para afrontar los riesgos que propone la actual coyuntura, como son los climatológicos, se está trabajando en el plan Punche Emergencia con una inversión de S/ 4 mil millones y con tres ejes de acción que incluyen la atención inmediata de la emergencia, la protección del capital productivo y la recuperación de las mypes y el apoyo a sectores vulnerables.

“Los problemas climáticos traen destrucción de capital y tenemos que dar recursos para proteger el capital productivo [así como] financiamiento y apoyo financiero a las mypes”, anotó.

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Consolidación fiscal

Según el BID, los planes de consolidación fiscal de Perú de mediano plazo son coherentes con los niveles prudentes de deuda, los cuales oscilan entre el 28% y el 33%. Perú ha demostrado su compromiso con la estabilidad macroeconómica al ser uno de los países que más rápido ha logrado retornar a niveles prepandemia y controlar el nivel de endeudamiento en un contexto externo difícil, en donde los choques de oferta son cada vez más persistentes.

Sobre los riesgos que tiene el país para mantener la senda de consolidación fiscal sin que ello afecte el crecimiento, Carolina Trivelli, miembro del Consejo Fiscal, apuntó que la situación privilegiada del Perú es un caso atípico a las tendencias que presenta el libro (del BID), pero no por eso se salva de enfrentar un conjunto de riesgo que son de particular interés de las instituciones fiscales.

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Agrupándolos en cuatro grandes ejes, explicó que el primer riesgo se trata de la ralentización del crecimiento, una tendencia que se viene observando y por lo que la política fiscal tiene que asegurar que tanto la recaudación como el gasto estén orientados a ampliar el crecimiento potencial e impulsar los procesos de crecimiento.

El segundo riesgo es la materialización de presiones por mayor gasto corriente que se observa tanto desde el Ejecutivo como desde el Legislativo. En tercer lugar señaló que el costo del financiamiento está cambiando y no solo se está incrementando por cambios globales sino, probablemente, por la inestabilidad política y social del país, lo que puede afectar las primas de riesgo y con ello, los niveles del costo del financiamiento.

Finalmente se refirió a la presencia de fenómenos climáticos y lo difícil que se presenta este 2023 en cuanto a la presión por generar nuevos formatos de ayuda. Según la economista, el desafío no es solo cómo financiar programas como Punche Perú, entre otros, sino cómo lograr hacer que ese financiemiento a la ayuda para contrarrestar las emergencias, sea además promotor de futuro crecimiento.

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En ese contexto, afirmó que para incrementar el crecimiento se debe tener como esquema de prioridades el incrementar ingresos permanentes.

“Si miramos lo que estamos haciendo, estamos al revés. Hacemos más gasto corriente con riesgo de convertirse en permanente, algo de inversión pública pero que repite los errores del pasado y poco en generación de mayores ingresos permanentes”, sentenció.

Con ello, agregó que, en el marco de la discusión del libro, el rol de las instituciones fiscales debería ser poner en agenda el abrir una discusión de cómo hacerlo, dentro de la situación compleja con un año de bajo crecimiento, con la amenaza de problemas externos y problemas climáticos en ciernes.