Matute se vistió de gala, aquel 22 de diciembre de 1981. Teófilo Cubillas y Diego Armando Maradona, los más grandes futbolistas de la historia de Perú y Argentina, se enfrentaron por primera y única vez en un amistoso entre Alianza Lima y Boca Juniors. El ‘Nene’ ya había convertido diez goles en los mundiales y el ‘Pelusa’ aún no había alcanzado la gloria, aún faltaban cinco años para la Copa en México.
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El cuadro ‘xeneize’ se había presentado cinco días antes en Lima, cayendo 0-1 ante Universitario. Y su entrenador Silvio Marzolini realizó un par de cambios. Por ejemplo, dejó en el banco al atacante Ricardo Gareca.
Agobiado por la necesidad de conseguir dinero para pagar el préstamo de Maradona a Argentinos Juniors, el famoso Boca se pasó la temporada jugando amistosos. Ante los grones completó 17 amistosos (diez en el extranjero), incluso, dos días antes se presentó en Guayaquil, cayendo 2-1 ante el local Barcelona.
Por tal motivo, le resultó imposible pelear por el título nacional (en julio ganó el Metropolitano, único título del ‘D10s’ con los ‘xeneixes’.
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CORAZÓN MUNDIALISTA
Alianza, que disputaba el título del Descentralizado con FBC Melgar y la ‘U', pretendía afrontar el amistoso ante Boca con un equipo de ensueño. Se reforzó con Teófilo Cubillas (Strikers de EE.UU.) y José Velásquez (Toronto Blizzard de Canadá), y aunque César Cueto y Guillermo La Rosa no obtuvieron el permiso del Atlético Nacional de Medellín, que disputaba partidos claves para la obtención de su cuarta estrella local.
Con el ‘Nene’ y el ‘Patrón’, el cuadro íntimo contó con 7 jugadores que tomaron parte del plantel que afrontó las Eliminatorias para clasificar al Mundial España 1982. Además, alinearon José Gonzales Ganoza, Jaime Duarte, Jorge Olaechea, Roberto Rojas y Freddy Ravello. Situación muy diferente a la de la ‘U', donde el portero Eusebio Acasuzo era el único seleccionado por el brasileño Tim.
‘D10S’ CANSADO
El partido en Matute generó el interés de la hinchada, como cierre de un año espectacular para el fútbol peruano. Si ante los cremas Maradona regaló una ‘chalaca’ y un par de lujos, frente a los íntimos el rendimiento del ‘Pelusa’ fue aún más discreto. Apenas un par de incursiones por los extremos, pases exactos y tiros libres sin precisión fue el saldo de la presentación de quien ya era considerado como el mejor jugador del mundo.
De hecho, la seguidilla de partidos con Boca en el torneo argentino y los amistosos en Europa y hasta en la lejana Costa de Marfil (donde lógicamente, los contratos exigían su presencia como ‘imán’ de taquilla) hicieron mella en el privilegiado físico de Diego, quien además jugó por la selección de César Luis Menotti ante Alemania Brasil, Polonia y Checoslovaquia.
¿Y Cubillas? El ‘Nene’ arrancó muy motivado, generando los ataques blanquiazules con su inconfundible estilo de avanzar con el balón ‘pegado’ a sus pies, buscando siempre las ‘paredes’, pero luego se fue ‘apagando’. Arturo Vargas no hablaba su mismo ‘idioma’ (¡cómo se extrañó al ‘Poeta de la zurda’!).
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José Velásquez impuso su presencia en el mediocampo, mientras que Raúl Mejía y José ‘Chancha’ Carranza -emocionados por enfrentar a un rival de categoría- elevaron su rendimiento, aunque eso no fue suficiente para buscar un buen resultado.
Boca se puso en ventaja a los 44 minutos con anotación de Oswaldo Escudero. Alianza salió más decidido en el complemento, y a los 55, Carranza sacó un centro que se desvió en Óscar Ruggieri y se metió en el arco ‘xeneize’. Poco le duró la alegría a los locales, pues Boca -que mejoró con el ingreso de Gareca- logró el 2-1 definitivo con un cabezazo del propio Ruggeri que encontró mal parado a ‘Caíco’ Gonzales Ganoza.
Gareca ingresó con la camiseta número 16 y le inyectó fuerza al ataque. Pero no tuvo muchas opciones de cara al gol. Sin duda, sin la magia de Maradona, todo se hacía más difícil para los atacantes.
Alianza no tuvo armas para buscar el empate. Era evidente que carecía delanteros de mejor nivel. Detalle que le costaría caro también en el torneo local, donde no logró el título, ni llegó a la Copa Libertadores (FBC Melgar fue el campeón y Municipal segundo)
FINAL FELIZ
Así, el equipo de Silvio Marzolini cerró con una victoria su agitada temporada. En 1982 le esperaban nuevos retos y más amistosos en Honk Kong, Tailandia, Japón, El Salvador, México y Guatemala, donde los hinchas soñaban con ver a un Maradona que, además, se mentalizaba para jugar el Mundial de España. Las arcas de Boca Juniors se estabilizaron con la venta del ‘Pelusa’ a Barcelona de España en julio de aquel año.
Así, en diciembre de 1981, la afición peruana pudo ver en acción a Maradona, y por partida doble. Más allá de los resultados y rendimientos, tener en casa a un astro del fútbol siempre es algo gratificante.
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