El fin de ciclo fue en Miami. Y no fue con un viaje de placer ni de compras, fue con un amistoso con la exigencia de partido de Eliminatorias, jugado con la pierna fuerte, sin regalar un centímetro en la cancha. Tanto Perú como Colombia afrontaron anoche el duelo con la mentalidad puesta en marzo, en el inicio de las clasificatorias rumbo a Qatar 2020. Resultó en derrota 1-0 con un error de Pedro Gallese en los descuentos en el Hard Rock Stadium. Pero más que el marcador lo que importa son las sensaciones que dejó la Blanquirroja en este 2019 que ofreció de todo.
Es cierto que hay todavía muchos errores por corregir, que ni el funcionamiento colectivo ni el individual –salvo grandes excepciones como la reaparición de Pedro Aquino– es el deseado por Ricardo Gareca; sin embargo, hay que considerar que el rival es uno de los más fuertes de Sudamérica.
Perú arrancó con un sorpresivo 4-4-2, con Luis Advíncula en una nueva posición como volante por derecha y Aldo Corzo unos metros más atrás como lateral. La otra novedad fue la inclusión de Raúl Ruidíaz en el ataque para hacer dupla con Paolo Guerrero. Entre los delanteros hay todavía un divorcio justificable. Necesitan más rodaje para entender cuándo uno debe ir al área y el otro retroceder para empezar la jugada. Es una variante válida aunque demanda mucho trabajo. Y no se puede ser lapidario con el goleador del Sounders más allá de las oportunidades que ha tenido, sobre todo cuando las alternativas en ataque escasean.
En cuanto al funcionamiento defensivo, se evidencia también que Anderson Santamaría no ofrece la misma seguridad que Carlos Zambrano, al menos como acompañante de Luis Abram. El zaguero del Atlas pasó a jugar como volante en la segunda mitad con el ingreso del ‘León’.
En el mediocampo, más allá de alguna corrida de Advíncula, fue Aquino quien se vistió de habilitador. Le dio un gran pase en profundidad que Paolo a punto estuvo de cambiarlo por gol. Luego, apenas un tiro libre del mismo Guerrero que desvió Ospina generó peligro en el arco cafetero.
En la segunda mitad, con el ingreso de Benavente y la reconstrucción del mediocampo –Santamaría y Flores cubrieron las salidas de Tapia y Aquino–, Perú sufrió mucho más. Ofreció espacios que fueron aprovechados por Colombia, aunque ofensivamente también tuvo sus opciones. Fue el jugador del Nantes quien estuvo más cerca del gol con un remate dentro del área, después de un buen centro de Ruidíaz, que pegó en el poste. La otra clara fue la desperdiciada por Polo tras una habilitación de Paolo tras un tiro libre.
—Un año con cambios—
El 2019 de la selección peruana se puede analizar desde dos ángulos distintos. En números, Perú disputó 15 partidos: 5 victorias, 3 empates y 7 derrotas; es decir, obtuvo el 42,2% de efectividad, el segundo peor porcentaje anual de Gareca detrás de los 35,7% conseguidos en el 2015. Pero también llegó a una final de Copa América después de 44 años, una hazaña que puede tumbar cualquier estadística. Entonces, ¿cómo calificamos el año de la Bicolor? ¿Vemos el vaso medio vacío o medio lleno?
Lo cierto es que Gareca y su equipo iniciaron el año con el peso y honor de haber disputado una Copa del Mundo. En el Perú ya no se vivía solo de los recuerdos (léase México 70 y España 82), sino del presente de una selección mundialista. No cualquier país tiene ese lujo.
El total de encuentros disputados en el 2019 se divide en 9 amistosos y 6 cotejos de Copa América. Los partidos de preparación arrojaron resultados irregulares (3 victorias, 5 derrotas y un empate): le supimos ganar al Brasil, campeón de América, pero también caímos con El Salvador. Panorama distinto se vio en los duelos oficiales, los que realmente importan. En la Copa nos fue mejor: 2 victorias, 2 empates (igualamos ante Uruguay en cuartos, pero ganamos en penales) y 2 derrotas.
¿Qué cambió en la selección a lo largo de estos once meses divididos en 15 encuentros? La novedad más importante fue la apertura táctica del ‘Tigre’. Si el 4-2-3-1 se convirtió en su sistema predilecto, este 2019 terminó con un 4-4-2. Se aplaude la flexibilidad táctica del ‘Tigre’.