Redacción EC

Atalla era el mundo entero para Remigio Huamán. Allí vivía su familia, sus amigos y sus ovejas. Allí tenía la chacra que cultivaba junto a su madre. Todo lo que necesitaba estaba en ese centro poblado del distrito de Yauli en Huancavelica. Y cuando hacía falta ir de un lugar a otro, en medio de las alturas andinas, él hacia lo que siempre hicieron sus antepasados: correr.

Corriendo descubrió que el mundo era más grande que Atalla. Se dio cuenta que con sus pies podía empezar a superar las distancias. Primero llegó hasta Huancayo para competir por 20 soles. No ganó el primer lugar, pero sí un plato de tallarines por ocupar el tercer puesto. A pura constancia, y pese a las condiciones adversas, empezó la carrera inacabable de convertirse en fondista profesional.

Sin ser el más veloz, Remigio comprendió que lo suyo era soportar largas distancias. En 2012 y 2013, ganó la Ultramaratón de la Fe en La Libertad con 76 km. Desde entonces se ha esforzado por ser la versión moderna de los chaskis huancavelicanos de siglos pasados.

La ultramaratón se constituyó en su especialidad y los resultados lo acompañaron. En 2014, ganó la carrera Wings for Life World Run en el Perú y ocupó el segundo puesto a nivel mundial luego de recorrer 78.49 km. Este logro le valió para viajar a Salzburgo, Hong Kong, Sídney, Hawái y Río de Janeiro, como parte de las actividades de la organización de la carrera.

El RUNNING LE CAMBIÓ LA VIDA

A sus 33 años, mantiene las mismas ganas de correr. Por eso no dudó un segundo en acompañar a los runners del equipo Entel en un entrenamiento a las afueras del Pentagonito. “Llevo más de 15 años corriendo. Empecé siguiendo los pasos de mi hermano mayor y de un paisano. Y por la necesidad de salir de Atalla empecé a competir en Yauli”, recuerda y sonríe.

Se pueden decir muchas cosas sobre los beneficios del running, pero Remigio los ha vivido en carne propia. “Si no me hubiera dedicado a correr, no estaría aquí. El deporte me ha cambiado mucho, a mí y a mi familia. De no haber dedicado mi vida al running, seguro estaría en la chacra, no conocería Lima, ni los cinco continentes por los que he viajado”, dice.

“Desde que empecé a correr siempre tuve la mente puesta en ser ejemplo para los niños. Tengo tres hijos y ellos siguen mi camino. El deporte nos hace buenas personas, más ordenados y disciplinados. A donde voy siempre aconsejo que practiquen deporte, porque el deporte, como ocurre en Kenia, puede ser también una forma de salir de la pobreza”, explica.

En ese sentido, ve al Challenge El Comercio como una valiosa oportunidad para fomentar aún más la práctica del running. “Este desafío es muy interesante y novedoso porque cualquier persona puede correr en cualquier momento y en cualquier parte del país o del mundo, y eso contagia a más personas a querer practicar deporte”, dice el ganador de la Ultramaratón de Chile en 2015.

CONSEJOS PARA SEGUIR SUS PASOS

Como parte del entrenamiento, Remigio ofrece algunas recomendaciones:

► Si recién se quiere empezar a correr, “lo mejor es ir despacio, trotando de 5 a 10 minutos.

 “Nunca se debe descuidar la hidratación, la alimentación y el descanso”.

►  Si bien no todos llegarán a ser deportistas competitivos, “el deporte recreativo también amerita disciplina”.

► “El estiramiento y el calentamiento son importantes para evitar lesiones”.

Por estos días Remigio Huamán sigue con su fase de recuperación. Acabó sexto en el Circuito Mundial de Ultra Maratón de la International SkyRunning Federation (ISF), y aún arrastra una fascitis plantar. Pero nada lo detiene. Entre sus planes para 2017 está competir la carrera Cruces de los Andes en Argentina y mejorar su posición a nivel mundial. 

Mientras tanto, anima a los participantes del Challenge El Comercio a completar los 100 kilómetros a falta de cuatro días para el fin del desafío. “No se detengan. Todo es posible”, dice. Así como Remigio, demuéstrate que puedes romper las barreras e ir más allá de tus límites conocidos. Puedes inscribirte aquí. Tienes hasta el 27 de noviembre.

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