El maratonista ucraniano Mykola Nyzhnyk se encontraba entrenando en Kenia junto a los mejores fondistas del mundo cuando la noche del pasado 24 de febrero recibió una llamada de su esposa embarazada, Olga. Sola en su apartamento, a unos 13 km de Kiev, había oído dos explosiones que marcaban el inicio de la guerra Rusia - Ucrania. El atleta olímpico, de 26 años, no lo pensó dos veces y emprendió un viaje de retorno de 8.000 km. Esta es su historia viral.
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Nyzhnyk había llegado a la pequeña ciudad keniana de Iten el 27 de enero para entrenar a 2400 msnm como preparación para la próxima temporada de carreras. El ucraniano, que participó en los recientes Juegos Olímpicos Tokio 2020, tenía previsto permanecer en el país africano hasta mediados de marzo, mientras se preparaba para competir en la maratón de Hannover (Alemania) el mes que viene.
Su vida en Iten había sido tranquila. Se despertaba con el amanecer del Gran Valle del Rift y corría por caminos de tierra de color rojizo que atravesaban tierras de cultivo. Las siestas de la tarde eran seguidas por un segundo entrenamiento, una rutina que ascendía a 199 km de carrera a la semana.
El retorno a Ucrania
Cuando comenzó la invasión de Rusia a Ucrania el pasado 24 de febrero, Nyzhnyk dijo a New York Times que estaba demasiado enfadado, devastado y distraído para entrenar. Sus compañeros de entrenamiento intentaron animarle a correr, pero el maratonista ucraniano “estaba destrozado”.
Cuando estalló la guerra, Nyzhnyk recibió una llamada de la Guardia Nacional y se le ordenó que regresara a Ucrania. El espacio aéreo del país estaba cerrado, por lo que tardó más de una semana en viajar por un laberinto de logística de viajes y restricciones fronterizas. Salió de Iten el 4 de marzo.
“Es mi deber”, dijo Nyzhnyk, que es sargento primero de la Guardia Nacional de Ucrania. “Estoy muy motivado para defender a mi país”, agregó. El fondista ucraniano se unió voluntariamente al Ejército de Ucrania en 2016, y representa a su club deportivo en las competiciones nacionales de carreras.
Para ir de Kenia a Ucrania, Nyzhnyk voló de Nairobi a Budapest, donde le ayudaron a cruzar la frontera. Un amigo le llevó a un tren rumbo a Kiev para que pudiera recuperar documentos importantes y su auto en su casa de las afueras de la ciudad antes de encontrarse con su esposa.
El reencuentro con su esposa
Se reunió con Olga, embarazada de 32 semanas, durante un día en Lviv. Olga, que también es corredora profesional y compitió en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 en los 10.000 metros, optó por no salir de Ucrania para estar cerca de la familia. “Esta es mi patria. No quiero huir”, explica.
Nyzhnyk se presentó en su unidad militar el pasado 8 de marzo, y está dispuesto a resistir a las fuerzas rusas el tiempo que sea necesario. “Si tengo que tomar las armas, lo haré”, dijo. “Los ucranianos harán frente a todo. No perderemos la esperanza y lucharemos hasta el final”, añadió.
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