Basta con observar como Lance Stephenson le soplaba la oreja a LeBron James para saber que no se trataba de una final, sino de una guerra. Fue una batalla que pudo terminar con desangrar la herida de los Indiana Pacers o que podría alargar, como lo fue, la rivalidad entre ambos hasta un sexto o séptimo duelo en estas finales de Conferencia Este.
En un partido donde cada superestrella respondía con sendos triples en los minutos finales, fue la astucia y defensa de Stephenson, y la conducción de Paul George –involucrado en una traición con la prometida de su amigo Roy Hibbert- la que terminó por hacer que los Pacers se impongan (93-90) en este quinto juego en Indianápolis.
Todo el mundo pensaba que el Heat la tendría fácil, que LeBron brillaría con más de 30 puntos, y que Bosh sería clave con los tiros de distancia, como en el último juego, pero muchos se olvidaron que estos Pacers, tan irregulares como siempre, podían ejercer esa condición de local por la que habían luchado en esta temporada regular. Y terminó siendo así. Si en el segundo cuarto, parecía ser su sentencia de muerte, aquí, como en los últimos post, señalaremos las razones del triunfo del cuadro Frank Vogel sobre el Heat.
Lee la nota completa del Blog Movida NBA en este enlace