Hace 40 años, Muhammad Alí y George Foreman libraron en África una batalla épica, considerada para muchos, especialistas y seguidores del boxeo, como la mejor pelea de todos los tiempos.
La previa de la pelea en Zaire -ahora República Democrática del Congo- tenía varios condimentos que ya la hacían especial. Aquel 31 de octubre de 1974, el gran favorito era Foreman, quien había ganado sus últimas 40 peleas. La cara opuesta era Alí. El boxeador llevaba varios años sin ver acción por negarse a combatir en Vietnam. Así llegaban ambos pugilistas, siendo el primero el favorito en las apuestas.
Frente a más de 100 mil personas, Muhammad Ali noqueó a Foreman con un poderoso golpe en el rostro en el octavo asalto ante la sopresa de los asistentes. El boxeador como nacido Cassius Clay logró así una de las victorias más recordadas. No solo por el resultado final, nuevamente campeón mundial, sino porque durante la pelea sino por la estrategia que utilizó: Alí aguantó las embestidas de Foreman mientras que en cada intento George perdía energía.
El pasado 30 de octubre se cumplieron 40 años de este legendario hecho. El tiempo ha pasado pero la imagen de Muhammad Ali noqueando a George Foreman contra todo pronóstico se mantienen fresca en la memoria de la historia.