Se conocieron porque Kimberly García era rival de su esposa, Erica Sena, y desde octubre del 2021 trabajan juntos en lo que ambos llaman “el gran proyecto”. Los resultados han sido mejores de los pensados. Andrés Chocho le cambió la carrera a la inmensa atleta peruana y está cerca de transformar la historia olímpica del Perú: van a París por una medalla.
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— ¿Qué tan favorita es Kimberly en París? ¿O es solo optimismo nuestro?
Hay que ser claros, es una de las favoritas, por no decir la que tiene el mayor favoritismo. Creo que está en total capacidad para pelear por una medalla, si bien es cierto que las medallas no se ganan antes de la prueba, ni se merecen, las medallas se ganan ese día. Estamos llegando de la mejor forma posible, buscando una versión de Kimberly que quizás no ha mostrado para que pueda sentirse muy bien ese día y hacer tal cual lo habíamos imaginado y había soñado desde hace muchos años y queremos ejecutarlo ahora.
— Casi tres años con ella, ¿qué deportista encontraste y cómo está hoy?
Cuando ella vino conmigo sabíamos en las condiciones en las que venía, casi con ganas de retirarse y a empezar de nuevo. Esa era su disposición, empezar un proceso nuevo ya que prácticamente había tocado fondo luego de su participación en Tokio. Fue empezar de cero, un reto nuevo, no había muchas aspiraciones al comienzo, hay que ser claro. Pero poco a poco fuimos preparando, evaluando y cada vez los resultados eran mejores. Íbamos dándole cargas específicas que necesitaba ella e iba respondiendo de manera perfecta. Asumía cada vez mejor esta planificación que consideramos era fuerte y cada vez fue adaptándose más y tengo que se claro con su profesionalismo: muy centrada, muy profesional, muy clara en lo que quiere.
— ¿Cómo fue ese proceso?
Desde que iniciamos todo este trabajo, hicimos en octubre 2021 una prueba de 10 mil en el que pudimos evaluar muy bien. Tuvimos que trabajar muchísimas cosas, traía muchas lesiones, algunas cirugías. Quizás otro atleta no sé si hubiera seguido entrenando, una atleta con problemas en el sentido que no sabía si querer o no continuar con su carrera. Habiéndole dado un nuevo rumbo, una nueva carrera de cero nos hace sentir orgulloso de llegar a la Kimberly que conocemos ahora, una atleta llena de confianza, segura, peleando los primeros lugares. Si un día no se encuentra tan bien en un mundial, es cuarta. Es algo espectacular lo que hemos visto, lo que hemos encontrado, en lo que hemos transformado a Kimberly.
— Se habla mucho de su biotipo, ¿qué la hace una mejor atleta?
Fue una combinación de todo para alcanzar el nivel que ella ha alcanzado. Es una combinación de sus capacidades físicas, de resistencia. Vivir en altura es algo importante más no determinante. Haber estado en sí en la planificación exacta que necesitaba ella para que pueda estar en esos niveles. Cuántos años estaba en el alto nivel y llegaba a pelear una posición séptima, octava en los campeonatos del mundo como máximo. Después alcanzar estos niveles, poco a poco, descubriendo todas sus fortalezas, donde podíamos explotar sus capacidades se alcanzaron estos niveles que hemos visto en los mundiales y el circuito y ahora vamos a nuestros primeros Juegos Olímpicos.
— ¿Qué cambió en ella para llegar a los títulos mundiales?
Tuvimos que trabajar muchísimas cosas. Traía muchas lesiones, algunas cirugías. Quizás otro atleta no sé si hubiera seguido entrenando, era una atleta con problemas... en el sentido de que no sabía si querer o no continuar con su carrera. Habiéndole dado un nuevo rumbo, una nueva carrera de cero nos hace sentir orgullosos de llegar a la Kimberly que conocemos ahora, una atleta llena de confianza, segura, peleando los primeros lugares.
— ¿Qué le da Cuenca, donde entrena, a diferencia de Huancayo?
En Cuenca buscamos que todo esté cerca, mantenernos concentrados, enfocados, que esté tranquila. En altitud es menor que Huancayo, 3.200 m.s.n.m., acá son 2.500, podemos realizar algunos entrenamientos a alguna elevación poco menor y si buscamos climas calientes, los tenemos cerca. Lo mismo cuando hacemos campamento fuera del país, todo el equipo se desplaza a Europa, Rio Maior, y básicamente es lo mismo.
— ¿Cómo es ella tras los triunfos últimos? Desde fuera se la ve con mucho perfil bajo.
Yo no veo que tenga un perfil bajo, es centrada en lo que quiere y hoy en día tenemos atletas de redes sociales y ella está centrada en su preparación. El objetivo es estar preparada al 100%, eso es uno de sus aspectos positivos, no está preocupada en base a lo externo, sino en lo interno. Sabemos en el nivel que estamos. No somos muy comunicativo en cuanto a redes, pero sé que es una atleta segura, pero sabemos lo que tenemos. Es centrada, segura y sabe de donde viene y a donde va.
— ¿Qué espera de la competencia en París?
En las mujeres es una prueba táctica, no hay que favorece a una y otra, por eso tenemos que llegar muy fuertes. No quiero tener un tipo de prueba que le venga bien o mal. Estamos buscando que llegue de la mejor manera para cualquier escenario que se presente. El objetivo es llegar en su mejor forma posible. Si ya encontramos la tecla, es seguir encontrando algo que mejore más su rendimiento para obtener su máxima versión en París.
— Ya le ha ganado a sus rivales. ¿Cuánta información se tiene de ellas?
En todas las pruebas se han visto cosas similares, en algunas ya tenemos la idea de cómo pueden llegar. No pueden haber muchos cambios tampoco porque se va teniendo cierto roce en todo el año. Hay diferentes situaciones que van modificando toda la perspectiva de la prueba. Por eso, en la parte final de la preparación es mantenernos sanos, mantenernos bien, activos y aún así mejorar su rendimiento.
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