“De no ser por Alonso, la Fórmula 1 para Verstappen podría haber sido una carrera cualquiera del año que pasó”

Tras muchas bravuconadas de pretemporada, Bahrein ha dejado en claro que nada se ha movido en lo que pareciera dilucidar como otra monótona temporada de la Fórmula 1 gracias a una superioridad, acaso más contundente, de Red Bull sobre los demás monopostos de la grilla.

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La casa del toro alado construyó un impecable 1-2 y les ha dicho a todos que este año son los grandes candidatos para revalidar las coronas del 2022. Una victoria contundente y que era uno de los grandes pendientes de la escudería en los últimos años. Desde el 2013, Red Bull no celebraba en el podio desértico, allá cuando las carreras se corrían de día y Vettel defendía el monoplaza morado, a la vez que Verstappen -que lo ha ganado casi todo en los últimos años- no habido podido erigirse como reinante sobre el río asfáltico de Sakhir. Ante esta cachetada de autoridad, la gran pregunta qué todos nos hacemos es si estamos frente a otra temporada monotemática.

En estos tiempos de realitys y redes sociales, de multipantallas y de una nueva afición de estreno que ha llegado a la F1, una categoría sin duelos está condenada a reducir drásticamente la atención de los nuevos fanáticos.

No hay estrategia de marketing que funcione con un producto aburrido y que no ofrezca novedad. Lo que hace un deporte atractivo es lo inesperado, lo impredecible, el factor sorpresa y esto pareciera que es justamente lo que está perdiendo la división.

Al menos Bahrein ha sido una alerta de ello y así lo han tomado las casas de apuestas deportivas que hoy pagan 1.66 a 1 por el nuevo título de Max y un alejado 5 a 1 por el de Leclerc. Atrás, a casi 50″ de la primera posición, el duelo se ha caracterizado por el esperado renacimiento de Fernando Alonso con Aston Martin. Ya desde los entrenamientos y pruebas previas asomaba como la sorpresa y a la hora del semáforo ha saldado las expectativas.

En una temporada que parece no tener novedades, la resurrección del asturiano (que vive ad portas del retiro) pareciera que es la historia secundaria que todos queremos que se desarrolle para salvarnos de la monotonía. En este sentido su gran adelantamiento a Hamilton fue lo más emotivo de un fin de semana sin mayores sorpresas.

De no ser por Alonso podría haber sido una carrera cualquiera del año que pasó: Red Bull mangoneando a todos, Lewis extrañando los días que tenía un auto competitivo y Leclerc yéndose al hotel temprano producto de un nuevo abandono en carrera. Faltaba Binotto y podría ser verano del 2022.