El 2016 fue muy especial para los Cleveland Cavaliers. Tras perder la final del 2015 contra los Warriors, el cuadro liderado por LeBron James se cobró la revancha y ganó el título de la NBA por primera vez en su historia. Sí, 52 años después.
Si algo motivó a LeBron volver al equipo de Ohio era eso, ganar el título. Y lo consiguieron de forma histórica. Tras ir perdieron 3-1, los Cavaliers ganaron tres duelos seguidos, el último en cancha de Golden State.
James se llevó el MVP de las finales y lo merecía, pero la canasta más importante de la final la anotó Kyrie Irving, el base armador que se caracteriza más por sus espectaculares tiros que por las asistencias.
Cuando faltaba 1 minuto y 9 segundos para termine el último cuarto, Irving tomó el balón, no se la pasó nadie y, ante la marca de Curry, anotó un triple inolvidable. Luego de ello, los Warriors no fueron capaces de anotar y cometieron falta a LeBron. La estrella solo anotó uno de sus dos tiros libres. Todo terminó 93-89.
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— El Comercio (@elcomercio) December 16, 2016
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