El sueño de todo futbolista es debutar en Primera, emigrar y llegar a disputar un mundial. Desde sus primeros toques de balón, muchos ya se imaginan vistiendo la camiseta del Real Madrid, del Barcelona. Piensan en la Liga en las que les gustaría estar y hasta se comparan con las grandes figuras. Así también juega el fútbol peruano.
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Pero, ¿es fácil vender a un futbolista peruano al extranjero o al mercado europeo? ¿Qué toman en cuenta los agentes para una negociación con los clubes que le dieron una mirada al torneo local?
Conversamos al respecto con Carlos Gonzales, agente FIFA de la empresa Agref, y con Fabrizio Biancato, SEO de REDDE, la empresa que une a tres representantes nacionales que más ventas a Europa han tenido en los últimos años.
Construcción de perfiles
La premisa inicial es fuerte. Grave, quizás. “No es que abunden los futbolistas exportables”, nos dice Fabrizio Biancato de REDDE. Y el mercado internacional lo dicta. Según un reporte del CIES Observatory, en el 2019 solo 44 jugadores peruanos jugaron fuera de nuestras fronteras, de un total de 915 sudamericanos que militaban fuera de sus países. Para fines del 2020, solo 31 estaban fuera según el reporte de la misma institución. Los regresos parecen comunes, pese a que se han dado algunas ventas también.
Solo en el 2020 se dieron seis ventas importantes, desde Fernando Pacheco hasta Rodrigo Vilca, pero uno de ese universo hoy no parece tener futuro en el exterior: Kevin Quevedo.
“Es alarmante el nivel de regresos. Si se fueran 50 y regresan 7, sería mínimo, pero el nivel es alto porque no salen mucho”, nos dice Carlos Gonzales, director general de la agencia Agref.
Para ello, lo primero que deben hacer los representantes es construir los perfiles de los jugadores para definir sus objetivos, si pueden llegar a emigrar y a qué liga pueden hacerlo. Para Gonzales, “el tema físico es importante. Si juega en la selección e incluso si tiene pasaporte europeo”, nos comenta. Además, la construcción de la carpeta del futbolista peruano también pasa por la marca país, y la imagen que se tiene del fútbol peruano afuera.
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Fabrizio coincide en el tema. En la captación de jugadores se analiza dos cosas básicas: “Del lado futbolístico es la velocidad, porque es algo que depende mucho de la genética. La otra es el carácter competitivo, de esos futbolistas que se ponen el equipo al hombro”, nos dice. Ya luego se empiezan a definir las características que el puesto en el que juega exige: talla, dribling, recorrido, salto, etc.
Así, se ve cómo jugadores como Miguel Araujo, Sergio Peña, Raúl Ruidíaz, Pedro Gallese, entre otros, tuvieron que regresar al fútbol peruano, pero lograron salir nuevamente. El perfil de cada uno de ellos les permite poder venir al fútbol peruano a modo de tener más actividad para luego seguir afuera.
El riesgo de que los chicos no tengan éxito en el exterior es alto. Eso obedece a muchas variables que se deben analizar caso por caso. Desde la competencia con otros jugadores, el entorno que lo rodea y las ganas de querer triunfar. “La competencia es fuerte y al futbolista peruano en general no lo ven”, asegura Fabricio. “No todo jugador está hecho para un país o un mercado determinado”, agrega Gonzales.
REDDE tiene una forma de trabajo que le llaman ‘Circuito REDDE’ en la que le ofrecen al jugador una serie de servicios para complementar el entrenamiento que tienen en sus clubes. “Un jugador recibe en un año unas 250 horas de entrenamiento adicional. Estamos hablando de muchas horas hasta cuando llegan a los 18 años. Son futbolistas mejores preparados”, explica el SEO. La idea es achicar la brecha que genera la mala formación que se les da a los juveniles en los clubes. Al intentar compensar ello, se busca mejorar la calidad del jugador a exportar.
Red de agentes
“Los que más venden son ‘Chalaquita’ [Carlos Gonzales], Casareto y Raúl Gonzales”, nos dice un personaje muy ligado a los futbolistas nacionales. A los mismos menciona otro agente que decidió no ser parte de este informe porque “prefiere mantener el perfil bajo”.
Sin duda, cuando se ha realizado una operación de un nacional al extranjero, el agente suele llevarse muchos créditos si esta resulta exitosa. En el país existe una diversidad de agentes, “es lo que el mercado demanda”; nos dice Fabrizio de REDDE. “Lo importante es que lo hagan con buena intención, con ganas de sumar”, agrega.
Además de los mencionados, se conoce a la empresa chileno-argentina Twenty Two que representa a jugadores como Alejandro Hohberg, Marco López, José Manzaneda, entre otros. Además, nuevas agencias aparecen como Globall Sport en la que labora Germán Alemanno y que tiene en su cartera a muchos jóvenes.
Carlos Gonzales llama al trabajo que los agentes realizan como generar relaciones de confianza. “Hay todo un trabajo atrás para construir relaciones. Es distinto que yo vaya a cualquier club y le diga “mira, tengo esta lista de jugadores” y otra es invertir tiempo y recursos para tener una relación con los clubes”.
Los agentes generan los perfiles de los futbolistas, hacen sus carpetas y deciden cual puede ser el mercado que mejor los acoge. Es ahí donde ofrecen a sus representados en clubes con los cuales ya hayan trabajado antes.
“Los clubes se apoyan en los agentes de confianza. En el caso de Países Bajos, traemos a un jugador como Renato Tapia. Es un buen embajador y a partir de ahí tocas puertas de otros clubes y te las abren. Recomiendas a otro jugador como Sergio Peña y le va bien. Entonces generas el puente entre Países Bajos y Perú y eso te permite traer a un tercero, a un cuarto”. Las palabras de Carlos Gonzales reflejan íntegramente cómo funciona la venta de jugadores. Así, este año Agref logró colocar al joven atacante Didier La Torre en el Emmen FC, donde ya juegan Araujo y Peña, y al que se sumó Jean Pierre Rhyner también.
“Todo esto es mucho de relaciones, de contactos y es algo que se va ganando con el tiempo. Nosotros trabajamos con gente que tiene muchos años en esto y que tienen una red de contactos internacionales”, explica Fabrizio. Y en efecto, la firma REDDE acoge a tres representantes peruanos con mucho éxito como Raúl Gonzales, Elio Casareto y José Chacón. Desde el 2017 decidieron asociarse para, justamente, hacer que su lista de contactos de confianza sea más grande. “Que hayamos logrado sacar a varios futbolistas nos hace más atractivo”, acepta. Su última venta ha sido la de Matías Succar al LASK de Autria. El año pasado lograron que Aldair Fuentes y Rodrigo Vilca salieran pese a estar en medio de la pandemia.
La red de agentes también hace que se realicen ventas coordinadas, es decir. Si un club necesita a un jugador para un puesto determinado y el agente de su confianza no tiene a uno así, este agente puede buscar a otro que sí lo tenga para juntos presentar al proyecto de contratación. Pero no se trata de buscar por buscar, lo hacen en agencias con quienes tengan la confianza de que su futbolista tenga el perfil para el club que lo necesita.
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Negociaciones
En este diario ya se ha hecho hincapié en muchas veces el error en la venta de jugadores nace en la forma cómo se negocia su pase. Eso lo aceptan tanto Carlos Gonzales de Agref y Fabrizio Biancato de REDDE. Entienden que cuando un jugador se va libre, el club que lo adquiere no le tiene la misma paciencia que a un jugador por el cual decidió pagar una transferencia a otro club.
Es conocido ya la forma cómo se establecen las negociaciones. “Hay dos posibilidades. O que haya un club que detecte a un jugador y se contacta con el representante o con el club. O el agente está presentando a sus jugadores y a partir de ahí generar un interés y traer una propuesta al club actual”, nos cuenta Gonzales.
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Pero lo que debe mejorarse es la forma en la que el futbolista sale al club extranjero. ¿Vendido o a préstamo? ¿Con transferencia o debe esperar a quedar libre?
Vale decir, que en la actualidad la venta de jugadores ha caído debido a la pandemia. Por tanto, vender a un peruano resulta más difícil. “Hay recesión en las transferencias de clase media, es decir en las que van desde 0 hasta los 8-10 millones. La mayoría de jugadores peruanos está en ese rango”, explicar Carlos Gonzales, de Agref
Lo que propone Carlos es dar facilidades a los clubes compradores para viabilizar la venta. Sea bajando los montos o buscar formas de pago más flexibles. Para él debería impulsarse más el formato de préstamos con opciones de compra, algo que se ve mucho en Europa.
“Es una forma de reducir el riesgo. Adquieren a lo seguro. Tienen al jugador, validan que se adapta al club, al país y la liga y con eso hacen efectiva la compra. Si eso se hace a nivel del fútbol peruano habría más opciones de salida”, explica. Eso obligaría al futbolista nacional a entregar todo para convencer al club y quedarse. Al estar en evaluación, el club le dará las oportunidades que considere necesaria, aunque al ser solo préstamo, puede suceder lo contrario.
“Ninguna de las formas es garantía de éxito ni de fracaso. Pero que el otro club haga una inversión por un futbolista hace que lo espere más al momento de la adaptación. Cuando uno se va libre quizás por un tema de presupuesto es más fácil que salga, pero no le van a tener la paciencia como por el que invirtieron”, aclara Fabrizio de REDDE.
En el Perú existe la cultura de los jugadores de esperar a quedar libre -finalizar su contrato con el club- para luego por su parte buscar opciones en el exterior. “Desde el punto de vista del jugador, él aumenta sus probabilidades si se va libre. El jugador tiene que dar una ventaja frente a la competencia para que puedan optar por él. Es un tema de oferta y demanda”, explica Gonzales.
Y la oferta y demanda deja al futbolista peruano algunos pasos detrás que los de la región. Desde el tema físico hasta el tener un pasaporte europeo, lo que abre más las puertas. Ya el talento solo pasó a ser uno de las variables en el análisis para la compra/venta. Así como el mejor jugador peruano del momento existen una decena en Argentina y otros tantos en Uruguay y muchos más en Brasil.
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