Ya recuperó la primacía del fútbol alemán y ahora busca extenderla a Europa: el Bayern Múnich intentará mañana encaminar su pase a semifinales de la Champions League recibiendo a la Juventus de Turín, otro peso pesado del continente que vuelve a pisar fuerte.
Los bávaros llegan al partido de ida en Múnich todavía eufóricos por la inusual goleada 9-2 que propinaron el sábado al Hamburgo. Pero el técnico Jupp Heynckes ve al rival de mañana como uno de los mejores equipos de Europa. Es otro torneo con otra clase y otro nivel, admitió. Será un partido de primer nivel.
Heynckes contará mañana con la plantilla completa a excepción del español Javi Martínez, suspendido, y con la incógnita abierta del peruano Claudio Pizarro, que el sábado reclamó titularidad con cuatro goles y dos asistencias ante el Hamburgo.
Para un entrenador es difícil elegir. Pero por otro lado, un equipo de primer nivel como el Bayern tiene que tener siempre alternativas, señaló el técnico. Sin precisar nombres, sugirió que jugará con un nueve neto: Pizarro, Mario Gómez o Mario Mandzukic.
El peruano de 34 años, que ya en noviembre aprovechó su oportunidad en Champions League haciendo un hat trick al Lille en la fase de grupos, puso todo en manos del entrenador: Los tres delanteros meten sus goles. Es el técnico el que decide quién juega.
En la Juventus pasan por alto el aviso que envío el Bayern con su goleada el sábado y confían en complicar las cosas mañana a los locales: Vamos a Múnich a mantener vivo nuestro gran sueño en la vida, dijo Conte. Y lo haremos con una sonrisa y sin temor.
¡El Bayern mete miedo!, tituló el deportivo italiano Corriere dello Sport sobre la goleada del Bayern. Conte tomó distancia y prometió que mañana jugará al Bayern de igual a igual: No tengo miedo de nada ni de nadie, avisó.