“Era el bueno de los tres”. Así definió Diego Armando a su hermano Lalo, un elogio nada extraordinario si el apellido en juego no fuese Maradona. Raúl Alfredo, o simplemente Lalo, recibió el espaldarazo del mayor de los Maradona Franco, una familia destinada a patear un balón después de que el mito del ‘Pelusa’ se convirtiera en realidad. Hugo Hernán, el menor, también se hizo futbolista. Pero fue Lalo quien tuvo un breve vínculo con el fútbol peruano. Su llegada al Deportivo Municipal en 1998 fue todo un acontecimiento.
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Hoy el Facebook de Lalo está lleno de recuerdos… de Diego. Y una que otra foto suya. Se escucha un tango para el ‘Pelusa’ en estos tiempos de cuarentena. Pero antes de estar aislado, el segundo de los Maradona se dedicó a jugar fútbol profesional. Y fue incluso más trotamundos que el ’10′. El apellido lo ayudó a vestir las camisetas de Boca, Granada (España), Avispa Fukuoka (Japón), Defensa y Justicia (Argentina), Toronto Italia (Canadá), Municipal (Perú), Deportivo Laferrere (Argentina) y Deportivo Italia (Venezuela).
Fue Deportivo Municipal el que se puso la franja más alta que nunca y lo contrató para la temporada 1998. Roberto Martínez lo esperaba en el cuadro edil en la que se denominaría la dupla ‘Ma-Ma’. A ellos los acompañaría el ghanés Prince Amoako, de gran campaña con el Sporting Cristal subcampeón de la Copa Libertadores un año antes. Fue la boda de ´Ñol´ Solano la que le abrió la puerta del fútbol peruano a un jugador no había destacado en ninguno de los equipos por dónde había pasado, a pesar de su famoso apellido.
“Mi llegada a Lima surgió en esa boda”, le contó a DT en ese entonces. Un empresario televisivo conversó con él y surgió la opción. Con 32 años, Lalo dejó el Toronto Italia de Canadá para su aventura en Perú. “Yyyy... soy hábil. Tengo potencia en el remate. Casi como Diego”, declaró a su llegada.
Hizo inferiores en Boca y debutó en Primera en 1896 ante Estudiantes. Jugó otro partido ante Deportivo Italiano y quince minutos frente a River por la Copa Libertadores, cuando el cuadro xeneize jugó con suplentes porque ya estaba eliminado. Dos amistosos más y ese fue todo su historial en el cuadro en el que brilló su hermano, seis años mayor. Pese a ello, jugó en España, Japón y Canadá, donde estuvo siete años.
Municipal, con apoyo de América TV como inversionista, juntó en ese plantel de 1998 a Lalo y Martínez. A Prince Amoako y el delantero Fernando Calcaterra. También estaba el ‘León’ Rodríguez, Sergio Ubillús y en el arco Miguelón Miranda. ¿Equipazo? Al menos sus hinchas así empezaron a creerlo cuando en el amistoso de presentación vencieron 3-2 al Platense, con gol de Lalo para la victoria.
(Video: América TV / Echa Muni)
Sin embargo, llegó la derrota por 7-0 ante Alianza Lima en su debut oficial en la quinta jornada y luego una serie de malos resultados que hicieron olvidar rápidamente las sensaciones de aquel primer amistoso. Se fue luego de que le cerraran las puertas del entrenamiento –tuvo que ir con policías para denunciar el hecho-, apenas en la décima fecha del certamen. El apoyo del canal televisivo se cortó y Muni tuvo que salvar la baja en el repechaje ante Yurimaguas.
¿Pero qué fue del a vida de Lalo tras su paso por Municipal? Al menos, el futbolista mantuvo, digamos, un buen recuerdo de su paso por el cuadro edil, tanto que incluyó el nombre de un curioso comercial donde se ve que juega en este equipo, pero es cambiado por un gran danés. Aunque en su perfil de LinkedIn que abrió en el 2010 no menciona al cuadro peruano. “Exjugador profesional de Fútbol en Argentina, España, Estados Unidos y Canadá. Director Técnico de Fútbol en Categoría infantiles y juveniles en Club Atlético Independiente”, se lee.
(Video: El Gran DT)
“Me invitaron un montón de veces a Lima, tengo que volver”, dijo en una entrevista de Prensa TV en el 2015. “Muy lindos recuerdos. Una alegría enorme de jugar en el Perú, pero no pudimos sacar al ‘Muni’ de donde estaba. Hice goles, jugué en Primera. No se dio, pero orgulloso de haber jugado en el fútbol peruano”, declaró.
(Video: Prensa TV)
Lalo siguió jugando al fútbol un año más. En 1999 estuvo en Deportivo Laferrere en su país y Deportivo Italia de Venezuela. Luego pasó a ser entrenador y apareció en el 2008 en el Alvarado de Mar del Plata, y en el 2011 llegó para hacerse cargo de las divisiones menores de Independiente de Avellaneda. Luego pasó a viajar por toda Argentina en busca de nuevos talentos.
Así llegó a Deportivo Camioneros en el 2014. “Este club día a día va creciendo”, aseguró en enero del 2018. Hasta el día de hoy se mantiene y para este 2020 estaba al mando del Baby Fútbol. Él se encarga de dirigir a cuatro categorías.
(Video: Club Camioneros)
En la campaña del año pasado logró tener buenos resultados con las categorías 2008, 2009, 2010 y 2011, en las que trabaja junto a otro entrenador, Horacio Yonadi, un exarquero argentino.
Ese es Lalo Maradona, un futbolista que brilló más por el apellido que por su juego. Tras ese paso, su carrera como formador lo ha llevado a buscar talento por todo su país, buscando al nuevo ’Pelusa′. Es muy querido en su país. En Municipal fue solo un espejismo. Los hinchas ediles recordarán su paso como algo anecdótico. Ellos saben más que nadie que Maradona solo hay uno.
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