Diversos indicios señalan que el ataque a la sede de Indecopi ocurrido ayer estaría ligado a la disputa por la administración de Universitario de Deportes que, como es sabido, tiene una deuda concursal que no para de crecer y ya supera los 500 millones de soles.
Esta acción demencial, que pudo haber costado una vida, es un aviso de hasta dónde puede escalar la violencia si esta situación no se detiene.
Es que la ‘U’, como dijera el exministro Alfredo Ferrero, es un ‘botín inmobiliario’. La sede de playa de Campo Mar, el estadio Lolo Fernández y el estadio Monumental son activos de un enorme valor, más aún para una constructora como Gremco que, pese a los cuestionamientos, sigue siendo reconocida como principal acreedor del club.
De acuerdo con especialistas en derecho concursal, cuando los acreedores toman el control de una empresa en reestructuración, buscan la forma más rápida de recuperar su dinero. No ha sido ese el proceder de Gremco. Es más, cuando Aldo Miyashiro encabezó un movimiento de hinchas que buscaba pagar una parte importante de esa deuda y lo librara de ese pesado fardo para su imagen, su negativa fue rotunda. ¿Por qué lo hizo? ¿O es que, como dicen sus opositores, busca que se liquiden los activos para luego comprarlos a precio vil? Sus constantes negativas no alcanzan a convencer.
La constructora, que ahora se queja de ser víctima de una campaña de desprestigio, no se da cuenta que las dudas sobre su proceder las ha generado ella misma con su manejo desprolijo de la institución, su nula capacidad de diálogo y las destempladas actitudes de sus voceros.
Tampoco ha sido feliz el accionar de Solución y Desarrollo, el anterior administrador, que se aferra a un legalismo absurdo para no entregar los activos de la institución, lo que ha puesto en peligro el reinicio de los entrenamientos del equipo profesional. Además, ha sumado para su causa a dos de los congresistas más cuestionados del Parlamento: Guillermo Aliaga, patrocinador de los ‘taxi-colectivos’, y Omar Chehade, el renunciante vicepresidente del gobierno de Ollanta Humala.
El caso, en contra de lo que señala un gran sector de los hinchas, no está en cancha de Indecopi, ya que gran parte del mismo se ha judicializado y ante la evidente falta de voluntad de las partes, una solución definitiva podría demandar un tiempo largo.
Ayer se cumplieron 53 años del triunfo de Universitario sobre Racing Club, en Buenos Aires. Lo consiguió 48 horas después de vencer a River Plate en la capital argentina. Eran tiempos en que la crema era una institución seria y respetada. Hoy es víctima de la angurria de sus acreedores y de la violencia de quienes creen que esa es la mejor vía para defenderla.