Hay cosas en el fútbol que solo se explican en el campo, de cómo las emociones cambian a última hora para despertar el júbilo copero, esa emoción que solo Sporting Cristal sabe dar por la historia que carga en la Copa Libertadores.
ENTREVISTA: “Joel Raffo afirmó que sí está en planes de Sporting Cristal el estadio propio. Estamos analizando la factibilidad”
El rostro de los hinchas lo decía todo. Ceños fruncidos, caras largas y algunos impacientes que no dejaban de mirar su reloj de mano. El cronómetro marcaba el minuto 96 y los segundos avanzaban a paso ligero. Y el resultado seguía en blanco. La noche en el Estadio Nacional parecía tener escrito el guion que sufre cada equipo peruano en una Copa Libertadores: perder un partido crucial en el último suspiro o incluso en la tanda de penales. Porque a estas alturas el ambiente tenía aroma a martirio desde los doce pasos.
Pero Sporting Cristal, ese equipo que nació campeón y tiene la estirpe copera escasa en nuestro país, tenía planeado escribir su propia historia. Y lo hizo de la mano -o de la diestra- de Irven Ávila, el cholo sano y sagrado del Rímac. Fue a los 96 minutos, con el partido acabándose, cuando el puñado de hinchas de Huracán ubicados en la tribuna occidente celebraba el empate transitorio. En ese momento en el que el propio Tiago Nunes conversaba con su asistente técnico quizá repasando quiénes serán los pateadores en los penales, Ávila puso el 1-0 que selló una victoria histórica para los celestes… y para el fútbol peruano, claro que sí.
Atrás quedó el inicio accidentado. La primera jugada nada más despertó a los 38 mil hinchas que pintaron de celeste el Nacional. Washington Corozo se metió en área argentina y se tropezó, haciendo que el defensor de Huracán cayera sobre él y eso confundiera al árbitro principal Raphael Claus quien pitó penal sin titubear. La decisión hizo explotar las gradas y los rostros de felicidad se dejaron notar. Sin embargo, los jueces encargados del VAR llamaron a su colega brasileño para que revise la jugada y luego la anule.
NO SOMOS NI DEL NORTE NI DEL SUR...
— Club Sporting Cristal (@ClubSCristal) March 17, 2023
¡¡¡SOMOS EL PERÚ!!! 💪
¡CÓMO TE QUEREMOS SPORTING CRISTAL! 💙#FuerzaCristal#SomosFamilia pic.twitter.com/6yFkYZ0Apd
Era la primera estaca en el corazón del hincha rimense. Y en el de Brenner Marlos, el ‘9′ brasileño que trajo Nunes como solución de gol pero que hasta ahora no ha podido festejar. Antes de que Claus rectificara su decisión, Marlos se disponía a rematar. “Es brasileño, es imposible que lo falle”, decían en la tribuna, confiados de la técnica innata de todo jugador nacido en la tierra de Pelé. Pero Brenner nunca pudo patear.
Minutos después, el propio delantero culminó una gran jugada en un golazo para, ahora sí, por fin, adelantar a los locales. Pero una vez más el VAR se interpuso como el rival más rudo. Claus volvió a ser llamado para revisar la jugada en la pantalla que está al lado del campo, mientras los hinchas vociferaban insultos de todos los colores. El juez anuló el gol por una falta de Yotún en el inicio de la jugada y la decisión desató la ira de Tiago Nunes. El técnico no lo podía creer. Desde ese momento y durante todo el partido no paró de reclamar cada jugada y de acercarse a hablar con el cuarto árbitro, quien intentaba calmarlo.
En el campo, Cristal mostraba sus credenciales. Pero el ambiente estaba cargado. Ese cero en el marcador podía ser traicionero. ¡No sabremos en el fútbol peruano ese final en torneos internacionales! Y el hincha lo pensaba. No lo decía, claro. Porque alentaba y no paraba de cantar. Pero muy dentro suyo lo sentía. Y se podía notar en sus rostros, en sus gestos de preocupación, en sus jaladas de cabellos cada vez que Huracán atacaba o tenía una falta cerca al área.
VIDEO RECOMENDADO
Si uno hacía un sondeo rápido en el estadio, de los 38 mil hinchas, desde aquel que aún sueña con la gloriosa campaña del 97 hasta el que está yendo por primera vez al estadio, desde el padre al hijo, casi el 90% quería que el partido se acabe. Porque -repito una vez más- estamos tan acostumbrados a perder en los minutos finales que todo parecía indicar que se iba a repetir. Algunos fanáticos incluso esperaban derrotados el triste final.
Nadie pensó que el destino iba a cambiar, les iba a sonreír, cuando Tiago Nunes llamó a Irven Ávila y Joao Grimaldo. El pasado y presente, y el presente y futuro del club. El goleador histórico y la joya criada en La Florida. A los 63′, el técnico brasileño hizo entrar a ambos. Y a los 96′, Joao asistió a Irven para el gol del triunfo. La celebración del ‘Cholito’ fue casi de incredulidad. Y en las tribunas también pasó lo mismo. Algunos incluso esperaron un poco a ver si el VAR no anotaba su triplete. Pero no pasó.
El estadio explotó. Fue un estallido de felicidad. Camisetas celestes dando vueltas por los aires en la tribuna, abrazos interminables en otras gradas entre parejas, padres e hijos y familias completas. Era la felicidad en su máxima expresión, algo que no estamos acostumbrados a ver. De hecho, el gol de Ávila fue el más tardío de un club peruano para ganar un partido de Copa, según el estadístico Míster Chip. Una tenía que tocarnos y fue gracias al club que se convirtió en el elenco nacional que más veces ganó como local en la historia de la competición (52), uno más que la ‘U’ y el doble que Alianza Lima (26).
SCL 1-0 HUR (FT) -
— MisterChip (Alexis) (@2010MisterChip) March 17, 2023
▪️ El gol de Irven Ávila (a los 96'33'') es el más tardío de un club peruano para ganar un partido en TODA la historia de la Copa Libertadores.
▪️ Sporting Cristal es el equipo peruano con más triunfos (13) ante clubes de Argentina en Copa Libertadores. pic.twitter.com/xtqFFneqXP
No es el Cristal del 97, aunque muchos hinchas acudieron al Nacional con esa histórica camiseta con cuello que embelleció el juego de los de Markarián. Pero este Cristal, el de Tiago Nunes, el técnico que supo ser campeón de la Sudamericana, tiene una estirpe copera pocas veces vista en los últimos años de equipos peruanos. Y eso se debe celebrar.
--