Lo veneran. Lo elogian. Su nombre aparece en Google como uno de los más buscados en este mes en Perú. Tiene 22 años y solo necesitó pisarla en Matute para dejar de ser ‘Pierito’. Es Piero Quispe, la figura de Universitario de Deportes que fue cargado por sus vecinos, en el popular barrio La Hacienda Naranjal, en Los Olivos, tras conquistar la estrella 27 de la Liga 1 Betsson.
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Piero no es más una promesa, pero sí la esperanza del cuadro crema: posiblemente sea el próximo jugador vendido al exterior. Debería serlo. Lleva 34 partidos y cuatro goles en el año, aunque su influencia en el juego no se mide solo con estadísticas.
Quispe es el hombre del momento. Por eso, El Comercio conversó con Tito Chumpitaz, una de las personas que más lo conoce, su descubridor. El hijo del gran Héctor Chumpitaz analizó el momento del futbolista, contó algunos secretos e hizo un pedido especial a Juan Reynoso, técnico de la selección peruana.
-¿Cómo analiza el año de Piero Quispe en el fútbol peruano?
Ha sido espectacular y muy parejo. Él se ha destacado en la final. A veces los jugadores se esconden, les tiemblan las piernas. Esos partidos son lo que la hinchada, entrenador, dirigencia quieren ver. Ha sido un año redondo, consagratorio.
-¿Le queda poco tiempo en el fútbol peruano?
Creo que está próximo a irse y definitivamente se va a ir campeón con la U.
-¿Cuánto falta para que llegue a su techo?
Todavía no ha llegado a su techo. En una liga más competitiva va a mejorar su aspecto físico. El futbolista es un animal de costumbre. Si se juega a un ritmo vertiginoso, se adapta. Y eso hará que mejore físicamente. Piero todavía tiene mucho por dar. En base a su esfuerzo y sencillez, puede lograr mejorar mucho más.
-¿La ‘U’ fue el lugar donde Piero Quispe quiso jugar y destacar?
El primer lugar donde Piero Quispe y Nelson Cabanillas fueron a jugar fue a Alianza Lima. No a la ‘U’.
-¿Cómo así?
Hubo un pedido de la jefatura de Alianza y los llevaron, pero no fueron tomados en cuenta. Ellos me comentaban que no hacían nada, estaban al borde del campo sin entrenar. Entonces les dije que mejor regresen a la academia (Héctor Chumpitaz). Ahí es cuando conversé con la gente de la ‘U’ y los llevé. Para suerte de todos se quedaron.
-¿En la Academia Héctor Chumpitaz hay otro Piero Quispe formándose?
Sí. Hay un chico que se ha ido a Alianza Lima, se llama Ángelo Gironda. Es un extraordinario jugador. Acaba de cumplir 17 años y está en el equipo de reserva. Otro que es un año mayor y estuvo en Deportivo Municipal, pero no lo hicieron jugar, no le dieron su lugar, porque el club tiene sus canteras y el entrenador confiaba más en ellos. Se llama Christian Vega, es muy bueno. Para mí esa es la próxima figura. Es lo más parecido a Piero Quispe, aunque mucho más rápido y goleador.
-Hablaba de que cree que Piero Quispe está próximo a irse. ¿Es el momento idóneo ahora o mejor esperar a estar en el club el año, el año del centenario?
Creo que si se le presenta la oportunidad de emigrar tiene que hacerlo. El tren no pasa dos veces. Uno nunca sabe lo que pueda pasar. Esperemos que siga creciendo y pronto se vaya al extranjero.
-El nombre de Piero Quispe ya no lo repiten los hinchas de la ‘U’, sino también de todos los rincones del Perú. Lo quieren ver con la selección peruana. ¿Debe tener minutos ante Bolivia y Venezuela?
Yo creo que debería. Se lo está ganando. Y no creo que sea un pedido por cariño o porque se le conoce, es un pedido nacional de todo el pueblo que quiere ver un jugador distinto en ánimos, alegría en el campo de juego. Eso es lo que quiere ver la gente. No un equipo apático, sin alegría, sin intensidad. Ellos quieren ver a once Pieros Quispe en la selección. Él cumple eso y la gente lo pide.