Para entender la importancia de mítico Perú vs Brasil de 1970, hay que remontarse a cuatro años atrás. El Mundial de Inglaterra 1966 había dejado la postal de Pelé saliendo de la cancha con ayuda, tras ser molido a golpes por los portugueses: la ‘canarinha’ se quedó con 10 hombres y los ‘verdugos’ que ajusticiaron al ‘10’ siguieron jugando (no existían las tarjetas, ni los cambios). Y Portugal venció 3-1. Es decir, ganaba el que más pegaba. Entonces, los expertos se preguntaban si valía la pena organizar torneos que se convertirían en un festival de patadas.
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Por eso la FIFA, presidida por sir Stanley Rous, implantó el uso de las tarjetas y aprobó los cambios en pleno partido en el Mundial de México. Y como problema secundario, se presentaba el hecho de que muchos equipos empleaban sistemas defensivos que garantizaban un triste espectáculo.
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Por suerte, en tierras aztecas irrumpieron el fabuloso Brasil, liderado ‘O Rei’ de 30 años y Perú, con un ‘Nene’ de 21. Sí, Pelé, Teófilo Cubillas y compañía demostraron al mundo que el vistoso juego ofensivo puede ser el más efectivo. Ambas selecciones, que regalaron el mejor fútbol en la fase de grupos, se enfrentaron en cuartos de final, el 14 de junio en Guadalajara. Ganó el Scratch 4-2. Y ganó el fútbol, con un partido considerado como uno de los mejores de la historia de los mundiales.
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La revista ‘La Copa 82’, editada en Argentina e impresa en España, resume a la perfección este concepto: “La revolución encabezada por Brasil y Perú es contagiosa. Todos comienzan a jugar al ataque. Y de pronto, el Mundial se convierte en una fiesta de gol. ¡El fútbol está salvado!”, publicó en su fascículo número 13.
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En esta nota repasaremos el abecedario de aquella jornada.
A
ANTECEDENTES: Un año antes, en abril de 1969, Perú y Brasil se habían enfrentado dos veces. El Scratch ganó ambos amistosos: 2-1 en Porto Alegre y 3-2 en Río de Janeiro. En este último choque, en el ‘Maracaná, la bicolor se puso en ventaja con goles de Alberto Gallardo y Julio Baylón. Y a los 41 minutos se desató una batalla campal, luego de que Gerson lesionara a Orlando De la Torre (le produjo una fractura en la pierna derecha). Pelé no anotó, pero Brasil volteó el partido.
B
BARRERA: ¿Por qué Brasil no anotó de tiro libre? La derecha de Pelé y la izquierda de Rivelino asustaban a cualquier portero, pero Luis Rubiños no fue vencido por esa vía. El maestro Didí, que conocía muy bien a sus compatriotas, ordenó que ante cada tiro libre se forme una barrera poco ortodoxa: los jugadores se ubicaron en los extremos, dejando el centro vacío para ‘invitar’ a los cracks a disparar directo al arco y no buscar los ángulos, donde el ‘1’ peruano podía sufrir. Y así fue.
C
CINCO 10: Los fabulosos Gerson (Sao Paulo), Jairzinho (Botafogo), Tostao (Cruzeiro) y Rivelino (Corinthians) jugaban como volantes de creación. Todos merecían ponerse la ‘10’ de Brasil. ¿Qué hizo Zagallo? Creó una constelación de estrellas alrededor del astro rey -Pelé- y les asignó nuevos puestos para conformar una delantera de ensueño. Y Perú lo sufrió.
D
DISPAROS: Brasil ensayó 27 remates al arco y Perú 22. Un total de 47 disparos en 90’ hacen un promedio aproximado de un tiro cada dos minutos. El cotejo fue una clase magistral de fútbol ofensivo. “Fue un partido efervescente y espectacular. Ambos se deleitaron en el ataque y se burlaron de las precauciones”, escribió Brian Gianville, novelista inglés especializado en fútbol.
E
ESTADIO: Los 55,000 espectadores que asistieron esa tarde al estadio Jalisco de Guadalajara vibraron con el encuentro. Un dato histórico: la ‘verdeamarelha’ disputó 10 partidos mundialistas en dicho escenario. Ganó nueve y empató uno (ante Francia 1-1 en 1986, y luego cayó por penales).
F
FAIR PLAY: Más allá de un desleal codazo de Eloy Campos a Tostao, no se registraron otras acciones violentas. Perú se despidió del Mundial sin recibir ninguna tarjeta amarilla y cometió muy pocas faltas, por eso la FIFA le entregó el diploma Fair Play, premio que se otorga desde aquel Mundial.
G
GALLARDO: Brasil ya conocía la potencia del ‘Jet’: el puntero izquierdo les había anotado dos veces en los amistosos de 1969. Y en Guadalajara, nuevamente los complicó. Gallardo superó con facilidad la marca del famoso Carlos Alberto y en complicidad con Félix decretó el momentáneo 2-1. El exatacante de Palmeiras siempre buscó disparar al arco. Sus compañeros ‘Perico’ León y Baylón no estuvieron en una buena tarde y el ataque mejoró con los ingresos de Hugo Sotil y Eladio Reyes.
H
HÉCTOR: El ‘Gran Capitán’ fue uno de los mejores de Perú y eso no era ninguna novedad. El zaguero de 1.70 metros se agigantaba con la franja roja y así pudo enfrentar a Pelé y compañía. Héctor Chumpitaz demostró su categoría, además, para generar ataques. De hecho, con un exacto pase largo -una de sus jugadas clásicas- asistió a Gallardo en el primer gol peruano.
I
INVESTIGACIÓN: Tras la eliminación, el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado nombró una comisión para investigar lo ocurrido con la selección en México, basado en publicaciones de la prensa. No solo se reportó discusiones entre jugadores y dirigentes por el tema de los premios, también una pelea entre Orlando De la Torre y Didí. Trascendió que el técnico no quiso poner al zaguero por temor a que agreda a Gerson (quien lo había fracturado un año antes) y se gane la expulsión. Otro sector de la prensa especuló que Didí temía eliminar a sus compatriotas por amenazas que habría recibido su familia en Brasil. Aquella disparatada investigación quedó en nada.
J
JAIRZINHO: El improvisado puntero derecho definió el partido en un momento clave, cuando Perú pugnaba por el 3-3. El ídolo de Botafogo recibió un pase de Rivelino y encaró a Rubiños: tuvo tiempo de eludirlo con facilidad y mandarla a la red, ante el cruce tardío de Chumpitaz. “Perú tenía equipo fantástico. Su ataque era fabuloso”, declaró ‘Jair’, quien prolongó su carrera jugando en clubes de Ecuador, Venezuela y Bolivia.
L
LÍRICO: “Si un marciano preguntase qué es el fútbol, un vídeo del partido Brasil-Perú del Mundial de México lo convencería de que se trata de una elevada expresión artística”, escribió el poeta escocés Alastair Reid Mientras tanto, un diario inglés, en su edición del 15 de junio de 1970, publicó: “Debería estar prohibido jugar un fútbol tan bello”.
M
MOVIMIENTOS: Partido lento y pausado, sin marcas asfixiantes, típico de inicios de los 70, pero sin mala intención. Ambos equipos presentaron un esquema 4-2-4. Didí sabía que nadie era capaz de ejercer marca personal sobre Pelé, por eso le regaló espacios en el mediocampo, para esperarlo cerca del área. El ‘Rey’ aprovechó para tocar y tocar, pero Cubillas también hacía lo mismo con sus socios. Pero un detalle inclinó la balanza: “Perú tenía excelentes atacantes y uno de ellos podía considerarse excepcional (Cubillas), pero no alcanzaban el nivel de genialidad de los brasileños”, fue el comentario de la revista ‘La Copa 82’.
N
NENE: “No se preocupen, porque ya tengo sucesor: se llama Teófilo Cubillas”. Al despedirse de los mundiales, el ‘Rey’ Pelé ungió al ‘10’ peruano, que ante Brasil convirtió el quinto de sus diez goles en Copas del Mundo. Fiel a su estilo, el ‘Nene’ parecía tener un imán en los pies para conducir el balón a velocidad. Chale, Mifflin y Sotil fueron sus mejores socios frente a Brasil. Cubillas fue elegido por la FIFA como ‘El mejor jugador joven’ de aquel Mundial.
P
PORTEROS: “Los dos equipos presentaban una muy curiosa simetría: sus arqueros estaban muy lejos del nivel de calidad que exige un Mundial”, se publicó en la mencionada revista ‘La Copa 82’. En efecto, Luis Rubiños y Félix cometieron ‘bloopers’ muy parecidos en el segundo y tercer gol del partido´, respectivamente. Y aunque tuvieron algunas intervenciones de mérito, nunca se mostraron seguros.
R
REY: Pelé no pudo anotar, pero igual su desempeño fue superlativo. Estrelló un balón en el poste y colaboró con el segundo gol de Tostao, cuando un pase suyo fue desviado por José Fernández y eso confundió a Rubiños. Fue vigilado por Mifflin o Chale, y también enfrentó a Chumpitaz. En México, ‘O Rei’ pudo brillar en todo su esplendor, lo que no pudo en Chile 1962 e Inglaterra 1966, donde las patadas arteras lo sacaron de carrera.
S
SCRATCH: “Había magia. Era la exaltación y la exultación del Jogo Bonito. Brasil, en voz de Perogrullo, siendo Brasil. Era una conexión artística en la cancha, con esa arrogancia del que le agrega vistosidad, fascinación, a algo tan simple como recibir el balón y convertirlo en una bayoneta asesina”, fue el comentario del portal de la cadena ESPN, al designar al Brasil de 1970 como la mejor selección de todos los tiempos, según su encuesta. El campeón ganó sus seis partidos, con 19 goles a favor y siete en contra.
T
TOSTAO: Su apodo en Cruzeiro era ‘El Pensador’, por su destreza para manejar el ritmo de los partidos. Por ‘culpa’ de Pelé, tuvo que debutar como delantero de punta. Ante Perú anotó sus dos únicos goles en México: en el primero, aprovechó una distracción de Campos para vencer al nervioso Rubiños. Y luego, se lanzó para anidarla en el arco desguarnecido. Allí se llevó un feo recuerdo: recibió un codazo en la oreja por parte de Campos (el más limitado de Perú, responsable del gol de Rivelino).
V
VITAL LORAUX: El árbitro italiano tuvo una jornada tranquila. Más bien fue un espectador privilegiado siguiendo los lujos de Pelé, Cubillas y los demás cracks, que interpretaron lo mejor de la exquisita escuela sudamericana. No tuvo que sacar ninguna tarjeta en un partido donde la pelota, como pocas veces hasta entonces, fue muy bien tratada.
W
WALDIR PEREIRA: Didí fue un exquisito volante que ganó los títulos mundiales de 1958 y 1962. Y apenas se puso el buzo de Perú, predicó la religión del toque con su idea del ‘jogo bonito’. En los cuartos de final, sabía que la bicolor, en 20 partidos ante Brasil, podía perder 19. Aún así, fue fiel a sus convicciones y ordenó a sus pupilos atacar al gigante. Se fue del Mundial con la frente en alto, aunque en el Perú lo cuestionaron por no “ganarle a Brasil”. Con lo fácil que era, ¿no?
Z
ZAGALLO: Mario Jorge Lobo Zagallo era un auténtico ‘lobo’. Fue compañero de Didí en los títulos de 1958 y 1962, y dirigiendo al Scratch sumó su tercera estrella. Tuvo el mérito de ordenar un equipo plagado de estrellas. Y en el choque ante Perú, estrenó un escalonamiento defensivo para evitar que Cubillas se conecte con los delanteros. Zagallo, además, sumó su cuarta corona mundial en 1994, en calidad de asistente técnico.
Perú 2 | Brasil 4 | |
---|---|---|
1 Rubiños 2 Campos 14 Fernández 4 Chumpitaz 5 Fuentes 6 Mifflin 7 Chale 10 Cubillas 8 Baylón 9 León 11 Gallardo | 1 Félix 4 Carlos Alberto 3 Wilson Piazza 2 Brito 6 Marco Antonio 5 Clodoaldo 8 Gerson 10 Pelé 7 Jairzinho 9 Tostao 11 Rivelino | |
DT | Didí | Mario ‘Lobo’ Zagallo |
Goles | Gallardo 28’, Cubillas 70’ | Rivelino 11’, Tostao 15’ y 52’, Jairzinho 75’ |
Cambios | 20 Sotil x Baylón 54’, 19 Reyes x León 61’ | 18 Paulo César x Gerson 67’, 13 Roberto x Jairzinho 80’ |
Árbitro: Vital Loraux (ITA). Estadio: Jalisco - Guadalajara. |