A través de un comunicado, Paolo Guerrero se pronunció este sábado para dar detalles sobre su negativa para jugar en Vallejo pese a firmar por los poetas. “En mi decisión de rescindir mi contrato laboral y solicitar mi desvinculación ha primado la vida, la seguridad y la tranquilidad de mi familia, amenazada expresamente si iba a vivir a Trujillo”, señaló el atacante tras denunciar mensajes extorsivos.
“Esa situación no ha sido fácil de manejar, pues continuar con tu vida normal mientras la procesión va por dentro, no es sencillo ni agradable. Mucho menos, si continuaban las amenazas sobre los más cercanos: tus padres, tus hijos, tu familia; y menos para una familia como la mía, que hace poco tiempo, marzo de 2019, perdió a un hijo, nieto, sobrino a manos de los delincuentes, dolor que llevamos marcado en nuestros corazones”, añadió el delantero.
“La denuncia ya está en manos de las autoridades, a quienes desde el primer momento se les comunicó lo que venía ocurriendo, no recién el 14 de febrero como maliciosamente se viene asegurando. Serán las autoridades quienes deban pronunciarse”.
“Deseo de corazón que la exposición pública de mi problema ayude a que se implementen medidas que permitan que quienes también los padecen, pero no tienen visibilidad pública, como los pequeños empresarios, los peruanos de a pie, las familias peruanas, no sean víctimas de la inseguridad y de la violencia. No solo en Trujillo, sino en ningún lugar de nuestro Perú. Los peruanos merecemos paz, una vida digna y tranquila”.
“A quienes se hayan sentido ofendidos con mis palabras, mi trato o mi emoción, mis disculpas y las de mi abogado. Para Christian Cueva, que solo intentó ayudar averiguando la veracidad de las amenazas a solicitud mía, a través del amigo, del amigo de un amigo, nuestras disculpas también”.
“Al pueblo de Trujillo, mi esperanza que pronto vengan días mejores, que permitan que nadie se vea amenazado por vivir allí”, sentenció Paolo Guerrero.
Contenido sugerido
Contenido GEC