Primero buenos amigos… ahora toda una tradición llena de gloria. Alianza Lima cumple 123 años de una historia que nació del deseo de un grupo de niños de darle al balón cuando el fútbol apenas aparecía en Lima y que ahora trasciende más allá de los campos de juego. El 15 de febrero de 1901, en la Quinta Chacaltana del jirón Cotabambas, en el Centro de Lima, se juntaron corazones en un solo latir, en el mismo sentimiento.
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Y es el sentir que llevó a Marco Paredes Castro a buscar a los fundadores del club, a recuperar su legado y mostrar a los hinchas que si Alianza existe es gracias a personajes como don Julio Chacaltana y Eduardo Pedreschi, dos de los personajes más importantes en los inicios del cuadro íntimo.
El nacimiento de Alianza se ideó un 2 de febrero, en una fiesta en la calle Juan Castilla y se concretó el 15 en la esquina de Cotabambas y Alameda Grau. Don Julio apenas tenía 9 años. Su vecino Eduardo Pedreschi era el mayor del grupo, con 14, y sus nombres deben ser recordados porque en casa del primero se realizó la fundación y el segundo fue quien encargó a sus hermanas coser las primeras camisetas del club, entonces llamado Sport Alianza.
“Un vecino de la Quinta Chacaltana me dijo que había conocido a don Julio Chacaltana y que había ido a su entierro. No recordaba con exactitud, pero me dio el dato que era en El Ángel, por la puerta del Jirón Áncash. Un día vine con él y me puse a buscarlo por todos lados hasta que lo encontré”, nos cuenta Marco.
Hoy, 123 años después, don Julio y don Eduardo descansan en paz en el cementerio El Ángel y sus tumbas brillan en aliancismo gracias al proyecto de Marco, presidente de la Asociación Cultural Alejandro Villanueva. En una obra que se inició hace poco más de dos meses, buscó nicho a nicho a los fundadores hasta encontrarlos. Restauró sus tumbas y los adornó con la insignia de Alianza para todo quien lo vea sepa que ahí descansa también la historia del cuadro íntimo.
“Fue una emoción tremenda encontrarlos, pero también dolor de encontrarlos abandonados. Por eso les agradecí por todo lo que hicieron y les pedí perdón por el olvido. En ese momento pudimos restaurar su nicho gracias a mis amigos aliancistas”, nos cuenta Marco, quien cada fin de semana marcha a El Ángel y al Presbítero Maestro. Su objetivo es seguir encontrando las tumbas de los fundadores y de los jugadores que lograron los primeros títulos entre 1931 y 1933, y el Tetracampeonato, que Alianza busca reconocer ante instancias nacionales como la FPF. En su lista ya tiene a más de diez, entre ellos Koockoi Sarmiento, los hermanos Guillermo y Julio Rivero, Miguel y Juan Rostaing y Adelfo Magallanes, además de mantener siempre de blanquiazul la morada de ‘Manguera’ Villanueva.
“Cuando lo encontré le dije: primero perdón en nombre de todos los aliancistas por el olvido y segundo, agradecimiento por lo que Ud. hizo con esos muchachos en 1901 y cuidarlo siempre, recordarlo siempre”, nos cuenta Marco, casi entre lágrimas.
En el sector San Baltasar, jardín E, descansa junto a su esposa. Lo pueden encontrar ingresando a El Ángel por la puerta del Jr. Áncash, y caminando de frente unos 100 metros, en la zona frente a la capilla.
En el pabellón Santa Genara descansa Eduardo, que tenía 14 años cuando se fundó Alianza. Se ubica hacia la mano derecha, caminando unos 200 metros por el ingreso principal, por la estación del tren.
—Festejos—
Más allá de las celebraciones del club, es la hinchada la que hará la fiesta en esos 123 cumpleaños. Hoy, desde las 6 de la tarde, los festejos se harán en la cuadra 3 del Jr. Cotabambas, en la quinta donde se fundó el club, mientras que el día sábado habrá una romería en el cementerio El Ángel, en las tumbas de don Julio y don Eduardo.
“Es respeto y agradecimiento. Alianza tiene 123 años por ellos y no puede haber una celebración cada 15 de febrero sin agradecerles a ellos”, no dice emocionado Marco. “No me cabe que dirigentes se hayan olvidado de nuestros fundadores, es como que el Perú se haya olvidado de Grau, de Bolognesi. Por eso me entregué por completo a esta causa”, agrega un Marco que llora de impotencia por el olvido en el que estaban sus ídolos.
Marco seguirá haciendo su obra por y para Alianza. Si usted hincha blanquiazul guarda datos o recuerdos sobre cómo ubicar a los ídolos del club, puede contactarse con él a sus redes sociales de la Asociación Cultural Alejandro Villanueva. El pueblo íntimo se lo agradecerá.
La historia de Alianza seguirá creciendo y los apellidos Chacaltana y Pedreschi vivirán por siempre. Arriba Alianza también se escucha en el cielo. 123 años de historia, 123 años de gloria.
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