En el último tiempo, se han venido dando muchos cambios en Alianza Lima que a más de uno le genera la intriga sobre quiénes tiene el poder del club y cómo es gestionado. De hecho, tras años de bonanza acompañados de triunfos deportivos (bicampeonato nacional 2021-2022), llegaron tiempos turbulentos que estuvieron marcados por perder una final contra Universitario de Deportes y, en lo que va del año, no cumplir con las metas deportivas.
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Es durante este pasado reciente que se gestó un nuevo Fondo Blanquiazul y se dieron cambios de gerencias generales. A día de hoy, Rafael Medina responde como administrador del club y, desde su llegada, se dieron dos salidas: Nicolás Rey como Gerente de Comunicación y Diego Guerrero como Gerente del Área Legal, y se espera que vengan más. ¿A qué se deben estos cambios y cuál es la nueva estructura de poder en La Victoria?
1. Nuevo Fondo Blanquiazul
A mediados del 2023 se dio a conocer que el Fondo Blanquiazul cambiaría de integrantes tras la renuncia de Diego Gonzáles Posada como presidente y acreedor mayoritario. Hasta entonces, Gonzáles Posada comandaba esta sociedad junto con Salomón Lerner, Fernando Farah, Remigio Morales Bermúdez, Antonio Armejo y César Torres, cada uno con un porcentaje distinto de acreencias dentro del club tras haber comprado cerca del 80% de la deuda a SUNAT en el 2019.
Tras la venta de mayoría de acreencias de Fernando Farah, Antonio Armejo y Salomón Lerner, los que pasaron a ser parte del ‘Nuevo Fondo Blanquiazul’ fueron los empresarios Irzio Pinasco, Carlos Hiraoka y, pese a no figurar oficialmente, también se involucró el nombre de José Ignacio de Romaña Letts. Paralelo a este proceso, en mayo del 2023, quien asumió como nuevo administrador del club fue José Sabogal.
2. Cambios de administración
Como se recuerda, José Sabogal fue el principal responsable de que Alianza Lima fuera sancionado por apagar las luces del estadio en la final de campeonato en noviembre del 2023 ante Universitario de Deportes. Tras aquella garrafal e irresponsable decisión, el administrador, pese a ser del agrado del nuevo Fondo Blanquiazul, fue cesado.
En aquel momento, a inicios del 2024, Diego Guerrero, abogado y representante legal del club, fue quien tomó el interinato como administrador general. Guerrero contaba con varios años en Alianza Lima y, en su paso, fue parte de dos triunfos ante el TAS y los juicios de la explanada y cancha norte del estadio Alejandro Villanueva. Por tanto, debido a su trayectoria, también había sido trabajador del club con el antiguo Fondo Blanquiazul.
Era cuestión de tiempo que se acabe con aquel interinato y se busque una opción más cercana a los nuevos miembros que cumpla con el perfil que se venía buscando para el cargo de administrador. Y así fue. En abril de este año, pese a que en mesa se tenía el nombre de Juan Carlos Herkrath como opción, se anunció a Rafael Medina como nuevo gerente general del club, mientras que Herkrath quedó como Jefe de Operaciones del club.
Rafael Medina es piurano de nacimiento y su acercamiento al fútbol, en especial a Alianza Lima, se dio cuando, de pequeño, asistía a la academia de fútbol en el estadio Alejandro Villanueva. En cuanto a su trayectoria, es administrador de empresas y cuenta con un MBA en Business Administration y otros estudios de Gestión y Alta Dirección Empresarial.
A lo largo de su carrera, Medina ha estado vinculado a la alta dirección de proyectos, desarrollo de negocios y gerencia comercial en distintas compañías vinculadas a los rubros de construcción, infraestructura y energía a nivel nacional como internacional.
3. Supervisiones y decisiones de la administración
Según pudimos conocer, Rafael Medina es un administrador que, desde que llegó, ha querido conocer a fondo cómo se viene trabajando en cada área. Tal es así, que en su primer mes como cabeza gerencial, le pidió reportes a cada gerencia del club para conocer cómo venían desempeñándose y lo que se pueda hacer de aquí en más. Sin embargo, estas auditorias también sirvieron para que se piensen en posibles cambios.
La primera salida fue la de Nicolás Rey del cargo de Gerente de Comunicación. Si bien no fue una disposición del nuevo administrador, se conocía que la permanencia del exjefe de prensa de la selección peruana era insostenible por no estar conforme con las nuevas formas de trabajo, entre otras razones personales. El siguiente en salir fue el mismo Diego Guerrero, pero esta vez sí por decisión tomada por Medina.
Cabe destacar que, como detallamos, tanto Rey como Guerrero habían trabajado durante la gestión del anterior Fondo Blanquiazul y sus salidas podrían tomarse como una forma de tomar distancia de aquella sociedad e tomar nuevos aires en el club. Por esta misma razón, entre otras más, se espera que la administración de Medina también tenga más cambios en las gerencias de Alianza Lima, aunque no serán decisiones que se tomen prontamente.
4. Fideicomiso y plan de reestructuración
Un tema más engorroso, pero vital para la salud económica del club es conocer sobre la aprobación de que el club pueda suscribir un contrato de fideicomiso. Esta decisión fue propuesta por la última Junta de Acreedores e implica que Alianza Lima pueda obtener ‘inyecciones de capital’ por parte de una empresa para así invertir y que el patrimonio no se vea involucrado, pues no es dinero embargable.
Por su parte, esta empresa como ‘tercero’ contará ciertos poderes desde la administración del club que podrá traer consigo mayores inversiones y, a la par, generaría que el plan de reestructuración que Alianza Lima viene cumpliendo para sanear su deuda, sufra un aplazamiento en el tiempo. Asimismo, cabe detallar que se estima subir la tasa de interés para dichos pagos, lo que podría traer complicaciones en La Victoria en caso no haya buen plan y orden a largo plazo.
Respecto a esto, Medina indicó en RPP Noticias: “El club tiene cerca de 120 millones de soles de promedio de ingresos al año (...) el 60 por ciento del total de la recaudación está destinada al tema primario, que es el que nos lleva adelante, que es el tema del fútbol a través de nuestro primer equipo. Luego, todo lo demás está dentro del espacio de la deuda corriente y lo que tiene que afrontarse en el tema de la deuda concursal. Somos bastante meticulosos en que eso se cumpla y estrictamente lo llevamos a cabo cada trimestre. Nuestra intención es en los próximos tres años buscar la forma de que paguemos en su totalidad nuestra deuda con la administración tributaria.