Ronaldinho es un crack. Un genio, un jugador de otro planeta. Y lo era más cuando estaba en fu mejor estado de forma. Es decir, en la época que vistió de blaugrana. Por ese entonces, allá por el 2005, marcó uno de los mejores goles en los encuentros entre Barcelona y Real Madrid en la en el Bernabéu. De hecho, debe ser uno de los más recordados.
El 19 de noviembre del 2005, el brasileño fue ovacionado en el Santiago Bernabéu después de una exhibición de talento con la camiseta azulgrana. El ex campeón del mundo selló su excepcional actuación con un gol “maradoniano”, que impuso el 3-0 en el marcador a favor del Barcelona.
La fanaticada del estadio del Real Madrid, una de las más exigentes del mundo, y que incluso ha llegado a “silbar” a Cristiano Ronaldo, su goleador, apreciaba un resultado doloroso. Pero, rendidos ante la indiscutible superioridad del crack y su conjunto, y frente al impotente Madrid dirigido por Luxemburgo, se pararon para premiar la exhibición de Ronaldinho con aplausos.
La segunda anotación del brasileño en el clásico mostró al crack arrancando por la izquierda, dejando a su paso rivales como Sergio Ramos e Iván Helguera. La aceleración y la habilidad del brasileño fueron de ensueño. Aprovechó para entrar en el área y batir la portería de Iker Casillas con una suave y elegante definición: una clase magistral de fútbol.