Seamos serios. Hay que evaluar la posibilidad de prohibirle al Real Madrid disputar finales: cada vez que lo hacen hasta los amantes del suspenso saben lo que pasará.
Es el legado de la realeza: imprimirle lógica a un deporte imprevisible. He ahí la contradicción: su reinado ha ocasionado que el fútbol pierda incertidumbre, esa cualidad que lo hace tan único entre tantos otros deportes.
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Quienes no somos fanáticos del madridismo, imploramos ayer un poquito de esa sensación de que nada está dicho.
El Eintracht Frankfurt hizo lo que pudo a pesar de dos detalles: llegaron al Olímpico de Helsinki sin su máxima figura, el serbio Filip Kostic -que se marchará a la Juventus-y, además, bajoneados luego de que el Bayern Múnich les encajara media docena de goles el último fin de semana.
Aun así, el japonés Kamada tuvo la primera chance peligrosa de la Supercopa de Europa: quedó de frente a Courtois, pero su disparo con la pierna izquierda apenas despeinó al arquero.
La principal fortaleza de Courtois es su ubicación. Lo ha llevado a tal nivel que sus achiques intimidan, tapándole todo el ángulo de visión a los atacantes. Con el belga se cumple esa vieja amenaza “de para hacer un gol, primero debes pasar por mi cadaver”.
Kamada, que le suele pegar al balón con más violencia, se quedó pasmado.
A los 37′, Kroos lanzó un tiro de esquina teledirigido hacia la frente de Benzema. El francés pivoteó por encima de dos marcadores hacia Casemiro que con un movimiento de cuello dejó solo a Alaba. El austriaco solo tuvo que empujarla.
Destacadísimo lo del cancerbero brasileño, quien estrelló un zurdazo en el travesaño. Y las trepadas del galgo Valverde.
Vinícius Junior, a quien los madridistas le deben mil perdones más por tratarlo de paquete hacia abajo al inicio, casi anota un doblete: primero se lo negaron las uñas de Trapp y después una barrida del brasileño Tuta.
El ‘Gato’ con Copas
Desde ayer Karim Benzema es el segundo máximo goleador de toda la historia del Real Madrid. Es, en otras palabras, cabeza de león.
El francés sentenció el triunfo muy temprano, a los 65 minutos, con un remate mordido que chocó ligeramente en un defensor. ¿Quién lo habilitó? Para variar, Vinícius Junior, su compinche.
El ‘Gato’ sumó 324 anotaciones, superando por fin a Raúl González Blanco. El primer lugar sigue siendo para Cristiano Ronaldo con sus 450 goles, muchos de los cuales han sido asistencias de Benzema.
Para ese momento, Glasner, el entrenador del Frankfurt, había enviado al campo a Mario Gotze y a lo que quedaba de él. El hombre que pasó a la historia en Brasil 2014, anotando el gol del título mundial, pasó inadvertido.
El argentino Alario tampoco fue solución. Kolo Muani intentó algún desborde, pero nada más que eso. Ancelotti tenía el partido plenamente controlado: hizo tres cambios en los últimos cinco minutos.
Esta representa la quinta Supercopa de Europa para el Real Madrid, pero sobre todo un acercamiento a una marca monstruosa: acumulan 98 títulos oficiales. Solo les falta dos para el centenar de trofeos.
El Rey de Copas acaba de ganar su primera corona de la temporada. Solo los madridistas -que son tantos- pueden estar contentos. Una pizca de suspenso para la próxima película, por favor.