Ni la intensa lluvia que cae sobre Sevilla impidió que Lionel Messi regalé una clase de cómo acomodarse el balón y fusilar con un zurdazo inatajable. A muy poco del descanso, la estrella argentina controló con pierna izquierda al borde del área del Sevilla, y con la misma zurda pegó un fierrazo cruzado de contra bote al que no pudo llegar el golero portugués Beto. Fue el 2-1 transitorio.
En el segundo tiempo, a los 56’, aumentó la cuenta con otra pintura de su cosecha. Messi sacó un remate colocado y la pelota se metió al arco tras chocar en uno de los parantes.