No fue el debut esperado para el arquero chileno del Barcelona. Claudio Bravo propició, con un error, la derrota del cuadro culé en el tercer amistoso de Luis Enrique como director técnico.
En el único tanto del partido, anotado por el jugador suizo Dzemaili, Bravo no pudo controlar un balón que no llevaba mucha potencia ni buena dirección. Claudio la tenía fácil para controlar y se le escapó la pelota tontamente.
Terminado el encuentro, capitán de la selección chilena que disputó el Mundial Brasil 2014, no evitó las preguntas de los periodistas.
"Estaba disfrutando de un partido cómodo. Lo que poco que había llegado lo resolví sin problemas. El gol fue un error mío, sin duda, un error de concentración. Vi que chutó de lejos y creí que la atajaría", explicó el ex arquero de la Real Sociedad.
"Llevó poco tiempo entrenándome, aunque eso no es excusa. No es la primera vez que me pasa ni hay portero que no haya cometido errores. Si me lanzaba, era exagerar la jugada. En la primera parte hice una buen parada", comentó.