Cuando Boca derrotó al Milan de Kaká y Shevchenko tras una insólita disputa por Tevez con la AFA

Cuando Carlos Tevez tenía 19 años ya había ganado la Copa Libertadores con Boca Juniors, anotando el primer gol del 3-1 en la segunda final ante el Santos en el Morumbí. Este logro, sumado al liderado del Apertura, confabuló para que el amor del joven atacante por su club lo lleve a renunciar al Mundial Sub 20 en Emiratos Árabes para jugar la Copa Intercontinental ante AC Milan.

Tevez no dudó en rechazar a la selección argentina sub-20 de Hugo Tocalli, ya que el partido de Boca en Yokohama, Japón, coincidía con la fecha de la Copa del Mundo (27 de noviembre – 19 de diciembre). ‘Carlitos’ venía de ser figura en el Sudamericano de Uruguay junto Fernando Cavenaghi, su aliado de River Plate. Los goles de ambos delanteros encaminaron a los argentinos al liderato del certamen, superando incluso 1-0 a quien se coronaría en el Mundial, Brasil.

Esta decisión le trajo un gran problema: en principio, se le había penado con inhabilitarlo para defender al Xeneize hasta que termine la participación mundialista de la Albiceleste, según estipula un documento firmado por los dirigentes. Al respecto, los abogados de Tevez presentaron un recurso de amparo y esto hizo estallar de ira a la AFA y al entonces presidente de la FIFA, Joseph Blatter. El suizo dijo que si Carlos no retiraba su acción judicial terminaría “jugando en los juzgados o en la luna”.

Afortunadamente para los intereses de Boca, al final la AFA cambió de parecer. Debido a que Tevez dio marcha atrás a su petición de amparo, levantó la sanción y le permitió vestirse de corto. Clubes del fútbol argentino se mostraron iracundos por la excepción con el ‘Apache’.

AC Milan

El rival de los dirigidos por Carlos Bianchi era el vigente campeón de la Champions League: Milan, al que las apuestas daban como favorito 4-1. Aquel equipo destacaba por su poder ofensivo, la versatilidad de sus volantes y una férrea defensa típica de los italianos. La calidad de los exponentes del Rossonero era de temer: Kaká, Paolo Maldini, Andrea Pirlo, Andriy Shevchenko, Gennaro Gattuso, Cafú, Clarence Seedorf y Rui Costa.

Los cracks del multicampeón europeo venían de superar al Bayern Múnich en fase de grupos, Ajax en cuartos, Inter de Milán en semifinales y a la Juventus en la final, que también se definió por penales. Boca, por su parte, había hecho lo propio contra Paysandú, Cobreloa, América de Cali y Santos. La diferencia, abismal.

En la previa, lo más comentado se deslizó por las complicaciones de Boca para desplazarse hasta la ciudad japonesa, demorando cerca de 38 horas por un retraso en Los Ángeles, donde decidió marcharse en grupos separados. Los lombardos, en cambio, pasaron un vuelo tranquilo que duró medio día.

El Estadio Internacional de Yokohama, el mismo escenario que el Brasil vs. Alemania de la Copa del Mundo Corea-Japón 2002, era una fiesta, sobre todo por los cánticos de miles de argentinos que viajaron.

Arrancó la jornada

Milan, dirigido por Carlo Ancelotti, dominó con autoridad como era de esperarse, aunque en resumen fue un encuentro trabado, sobre todo en el mediocampo. A los 24 minutos, la balanza se inclinó para los europeos: Jon Dahl Tomasson definió entre las piernas de Roberto Abbondanzieri tras un pase magistral de Pirlo y un toque sutil de Shevchenko.

La sorpresa llegó cuatro minutos más tarde. El mellizo Guillermo Barros Schelotto envió un centro de izquierda y dejó solo a Pedro Iarley, quien quiso definir sutilmente por encima de Dida. Tras el manotazo del gigante brasileño, el Xeneize igualó las acciones gracias al disparo de zurda, casi cayéndose, de Matías Donnet.

Los Rossoneri no lo podían creer. Carletto mandó todo su arsenal y puso contra las cuerdas a los sudamericanos. Pero, la suerte parecía correr a favor de los auriazules. A los 31, un cañonazo de Kaká se estrelló en un palo.

Sin embargo, el ‘Virrey’ supo contrarrestar la presión del Milan dándole ingreso a Tevez, el motor ‘xeneize’ en todo el año, pero que venía arrastrando una lesión de rodilla.

Sin dudas, la sustitución le funcionó a Bianchi y la dinámica del conjunto bonaerense mejoró considerablemente. Incluso, pudo ponerse en ventaja en dos ocasiones: una de ellas con un cabezazo de Donnet y otra con un tiro del ‘Apache’ que se fue ligeramente por encima del travesaño.

Casi al término del tiempo extra, una tapada monumental del ‘Pato’ salvó el partido. El golero se arrojó a los pies de Schevchenko y evitó el 2-1 que hubiera sido una sentencia.

Hora decisiva

Abbondanzieri fue el héroe en la tanda desde los 12 pasos, volando a la derecha y tapando la ejecución de Pirlo, uno de los más destacados del mundo con pelota parada, y el remate mordido Alessandro Costacurta, un central de vasta experiencia. Para fortuna de los bonaerenses, el holandés Seedorf mandó el esférico a las nubes; solo Rui Costa logró anotar.

Rolando ‘Flaco’ Schiavi, Donnet y marcaron sin problemas, pero Dida atajó el disparo de Sebastián Battaglia, que había jugado casi todo el duelo con una venda en la cabeza por un corte producto de una ‘plancha’. Raúl Cascini, un mediocampista de férrea marca, para el asombro de muchos pateó con suma calidad a la esquina derecha, casi al ángulo, y desató la locura de los que ‘xeneises’, que corrieron desesperadamente a abrazar al ‘Mosquito’ y gritar: “¡Sale campeón!”.

El sacrificio de Tevez valió completamente la pena. El canterano vivió el primero de sus sueños antes de convertirse en figura del Corinthians, West Ham, Manchester United, Manchester City y Juventus. Al año siguiente, 2004, el delantero que atraviesa su tercera etapa en Boca se reivindicó con la selección al salir olímpico en Atenas.

Luciendo kimonos, pañuelos con la bandera japonesa en sus cabezas y con el pelo pintado de azul y amarillo, los futbolistas de Boca festejaron el título en Buenos Aires. La eufórica caravana demoró cuatro horas y 15 minutos desde el Aeropuerto de Ezeiza hasta La Bombonera.