Saltó de la tribuna al campo en pleno trabajo precompetitivo del Barcelona. Burló la seguridad, hizo caso omiso a su padre, pero obtuvo lo que tanto buscó: arrancarle una sonrisa a Lionel Messi, uno de los mejores jugadores del mundo, pero sobre todo su autógrafo.

Una niña se metió en la cancha del estadio de Balaídos, en Vigo, antes del encuentro entre el Celta y el Barcelona, que terminó con victoria para los catalanes por 3-0, por la Liga española. “Quería salta”, dijo ante cámaras.

“No le hice caso a mi padre”, respondió tras ser preguntada si alguien le había dicho que era ilícito entrar al campo de juego. Además, contó que Dani Alves le dijo que no podía estar ahí, en el terreno de juego, pero “de broma”.

Una niña muy audaz.