Madrid (DPA). El Atlético de Madrid no pudo escapar hoy de un empate por 2-2 en casa contra el Celta de Vigo y desaprovechó la posibilidad de alcanzar la cima de la Liga española de fútbol.
El conjunto dirigido por el argentino Diego Simeone se vio otra vez preso de desconcentraciones y repitió la frustración, tal como le sucedió el martes en la derrota por 3-2 contra el Olympiakos en la Liga de Campeones europea.
De esta manera, el Atlético se ubica junto al Granada un punto por debajo del Barcelona y ambos con un partido más que el equipo azulgrana, que mañana se enfrentará al Levante.
El equipo rojiblanco mostró dificultades en la presión sobre la salida rival, se vio perdido en los últimos 20 metros y le faltó peso ofensivo. De hecho, sus dos goles fueron anotados por sus centrales, Diego Godín y Joao Miranda, y ambos se produjeron en jugadas de pelota parada.
El Celta, por su parte, hizo un partido a la altura: se movió con velocidad para escapar a la presión del rival, encontró mecanismos para llegar al área defendida por el portero Miguel Angel Moyá y se vio castigado exclusivamente por su mala defensa en el balón parado.
El Celta abrió la cuenta con uno de los mejores goles de la liga hasta el momento: Carlos Planas lanzó un centro desde mitad de campo al corazón del área y el chileno de origen argentino Pedro Pablo Hernández anotó de taco y de espaldas a la portería de Moyá, que se quedó incrédulo viendo cómo el balón entraba en el arco.
Una vez en desventaja, el Atlético incrementó la presión y el juego al límite y la remontada se produjo con dos jugadas de pelota parada y dos goles de sus centrales: Miranda y Godín.
El Atlético no pudo mantener la ventaja por mucho tiempo, ya que en el inicio de la segunda mitad, Miranda cometió un penal infantil sobre Planas y Nolito definió la falta con un tiro cruzado junto a un palo.
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