Chistian Cueva: "Pizarro me insiste en que salga al extranjero"

Christian Cueva baja en sandalias y conversa con Lobatón en el comedor del hotel en Temuco, donde ya vivimos 15 días en esta Copa América 2015. Recibe un palmazo de confianza de Oblitas. Está contento. No suele acceder a entrevistas, me dice, de arranque. De los convocados más discutidos de Gareca, Cueva habla por primera vez.  

A principio de año, ¿te imaginabas la copa y con este nivel?

Bueno, no es tanto como lo imaginaba pero sí trabajaba para poder estar en la selección. Cuando se inició el nuevo proceso con Gareca, creo que no solo yo sino los compañeros de la profesión soñaban y aún piensan estar en el equipo. Estoy contento y por algo estoy acá.

¿Cuáles son las claves de tu actual rendimiento?

Mi trabajo, primero que nada. A la oportunidad que Dios me da y a eso le sumo la confianza que me dio el profe. Más allá de lo que yo pueda dar como jugador, la confianza del entrenador es motivante.

¿Cuánto tiene que ver Gareca con tu rendimiento?

Mucho, sí. Confió en mí, mi familia también tiene que ver porque está conmigo en las buenas y en las malas. Desde el momento que habló conmigo, me supo decir las cosas. Y todo su comando técnico también.

¿Qué cosas te dijo?

Que piense en que tengo una familia que sacar adelante, que recapacite. También en mis objetivos. Yo estoy comprometido con la selección. También que tenga en cuenta que soy un jugador, como todos mis compañeros, con la capacidad para estar en un torneo importante e intenso como este. Fue eso lo que me llevó a tener más fuerza y sacar adelante esto.

¿En algún momento estuviste fuera de carrera? Es decir, no tan enfocado en el fútbol.

En verdad, en la vida uno siempre pasa obstáculos. Yo lo único que hice es tratar de darme cuenta en las cosas que estaba fallando. Nadie es perfecto. Después corregí muchas cosas, aprendí otras y eso es lo que creo que hizo que cambiara un poco.

¿Qué cambiaste?

Ser más profesional. Abarca muchas cosas, desde el cuidado personal. Ese es uno de ellos. Confiar en mí fue la que me dio fuerza.

¿Eres consciente de que ahora todos hablan de ti?

Es bonito. En verdad, nosotros como jugadores debemos ser profesionales. Es parte del trabajo y de la profesión que uno eligió. Sin duda alguna, he tenido en mi corto tiempo como futbolista muchas cosas que han aguantado un poco mi crecimiento. Lo reconozco. Pero con todo y eso he aprendido mucho. Estuve en Chile, España. Lo conseguí con esfuerzo. Lo de ahora también es así, quiero tener la idea que tiene el comando técnico: cambiar de una vez lo que pasa con nuestro país.

Cueva y Horacio Zimmermann, nuestro enviado especial durante la entrevista. (Foto: Fernando Sangama/USI)

¿Te sientes parte de ese cambio?

Sí, me siento parte. Y le voy a aportar todo lo que tenga a mi selección.

La confianza de Gareca tiene que ver hoy con tu titularidad…

Yo tuve la confianza, como todos mis compañeros. Las palabras que él tuvo con el jugador peruano hicieron que nos demos cuenta de que somos capaces de lograr muchas cosas.

Los técnicos se definen por su táctica, estrategia, pero son importantes por el liderazgo.

Sí, las tres cosas. He tenido entrenadores como Cappa que es un técnico que me brindó mucha confianza. Rivera, que es un padre para mí. El ‘Chino’ me habló en los momentos en que estuve mal y bien. Eso hace que uno se dé cuenta. Gareca, en este caso, es un técnico y es un ser humano que te da esa tranquilidad para trabajar. Ha sido jugador, conoce mucho más. A quien le toque estar en la selección, va a seguir el camino que nos tocó a nosotros.

¿Te dolió en algún momento el trato que se te dio?

De verdad, no. Lo que más me dolía era ver a mi familia. Ellos son los que ven, leen. Les aparece algo en una red social y son los que más sufren. Mi hijita no porque es una bebe. En lo personal no tuve ningún sentimiento ni desagrado. Dejé que hablen y puse claro que por algo estaba acá.

Pero eres consciente de que ese “perdón”, por así llamarlo, no se borra con una buena Copa América sino con una carrera ejemplar como futbolista…

No espero ningún perdón. Si hablo contigo es porque hay ciertas cosas que uno respeta, como el trabajo del periodista. Yo nunca hablo mal con nadie.

¿Cómo te han recibido Pizarro, Guerrero, Farfán?

Muy bien. He compartido con ellos también en la selección, pero esto es distinto. Los consejos que te dan jugadores que nos representan afuera son importantes. Claudio como persona es mil puntos. Y como jugador, ni qué hablar. Dime alguien que haya ganado lo que él. O dime alguien como Jefferson que es un terrible jugador y que tiene 12 años en Europa. Los respeto mucho. Mira a Carrillo. Uno se siente bien porque con compatriotas, colegas y amigos... Quisiera imitar lo que hacen.

¿Qué consejo te dio Claudio?

Claudio es padre de familia. A nosotros, que somos los más jóvenes, nos habla de que tenemos que pensar en la familia. Que tenemos talento para estar en otro lado y que no nos conformemos. Eso a uno lo hace pensar. Te lo dice Claudio Pizarro que ha ganado tantas cosas y corre más que otros, hasta más que yo. Se mata en los entrenamientos y está un poco mal [sentido] y la gente no sabe, solo opina de lo que ve.

Pizarro comentó que esperaba que te vayas rápido afuera.

Sí y me lo dijo a mí también. Y me jode a cada rato y me insiste para que no baje los brazos. Igual que Lobatón, pese a que no compartimos vestuario. Eso es gustoso porque te sientes en un ambiente donde te quieres y es más fácil hacer las cosas.

¿Sientes que una buena copa te puede devolver al extranjero?

Te juro que es importante, lo pienso, no lo voy a negar, pero no siempre. Lo que pienso es acabar bien esta copa. En toda mi vida va a quedar eso, poder salir campeón de la Copa América. Pienso en eso.

¿Estamos viendo tu mejor versión?

Yo creo que sí. Lo que se vive acá en la selección no lo comparo con nada, es otra cosa jugar cantar el himno, estar ahí con la camiseta…

¿Qué opinas de Bolivia?

Bolivia es un partido difícil. No le han regalado nada para estar donde están. No hay que confiarse por nada del mundo. Será un partido muy difícil. Lo que me preocupa más es lo que podamos hacer nosotros.

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