El entrenador español atraviesa su momento más crítico desde su llegada al conjunto ‘citizen’.
El entrenador español atraviesa su momento más crítico desde su llegada al conjunto ‘citizen’.
Redacción EC

De 3-0 en el minuto 75 a un amargo 3-3: el Manchester City dejó escapar una victoria que tenía en el bolsillo ante el Feyenoord y se quedó con un empate que sabe a derrota, este martes en la quinta jornada del grupo único de la Liga de Campeones.

El doblete de Erling Haaland (44 de penal, 53) y el tanto de Ilkay Gündogan (50) parecían apuntalar el triunfo ‘citizen’, pero el último cuarto de hora fue una pesadilla para el campeón inglés, que vio cómo su rival neerlandés se ponía a su nivel con las dianas de Anis Hadj-Moussa (75), Santi Giménez (82) y David Hancko (88).

Cinco partidos seguidos llevaban perdiendo de manera consecutiva los ‘Sky Blues’, lo que incluía una bofetada 4-1 en el terreno del Sporting de Lisboa a principios de este mes, por lo que ganar era vital y no hacerlo, sumado a cómo llegó el empate, resulta especialmente preocupante.

Pep Guardiola vivió el duelo desde el banquillo con absoluto nerviosismo. Tanta fue la ira del español que, al finalizar el duelo, confesó que se hizo daño en el rostro. En conferencia de prensa ironizó sobre ello.

“Con los dedos, con las uñas… quiero hacerme daño”, declaró antes de marcharse de la conferencia.

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