Pepe Villacorta es parte de la comitiva de Caminos del Inca. Es periodista, pero parece formar parte de la organización o de algún equipo, porque colabora con todos, y más, con sus impresionantes datos. el Doctor Racing es uno de los máximos conocedores de la carrera y todos los buscan. Pudimos conversar brevemente con él y en solo minutos de conversación, nos dio varios increíbles datos de la prueba.
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—¿Cuántas vueltas a Caminos del Inca?
Esta es mi vuelta número 16. La primera fue en 1998, luego hubo algunos años que no lo hice porque la estuve comentando para TV, pero desde el 2017 reinicié de manera continua.
—¿Cómo tomas el hecho de ser tan reconocido en cada lugar?
Lo tomo con la humildad del caso. Se ha enlazado el afecto con todos los que conformamos Caminos del Inca, entre pilotos, mecánicos, periodistas. Me dieron el honor de ser anfitrión en la partida simbólica. Me piden datos y hasta asesorías de etapas. Esta edición 50 de Caminos era muy esperada y gracias a la invitación de Silva y Zani estoy acá, colaborando con todos.
—Espectacular la partida simbólica donde te luciste con los datos...
Se lo merecía la competencia. La organización trabajó en eso. Todos contentos, todos emocionados, como la familia Castillo que cumplió el sueño. El papa recordó que él apuntaba de niño los números de los coches y ahora lo está corriendo. O como Ruth Gutiérrez, que le dedicaba la carrera a su hermano.
Doctor Racing
—Tienes todos los datos de memoria...
Tenía unos apuntes pero perdí la hoja de apuntes. Ya conforme iban pasando los pilotos me iba acordando de los datos e iban saliendo. Por ejemplo con el 204 de Aranzabal, el número con el que Henry Bradley ganó su tercer Caminos en el 70, o el 302 de Falcone que es el primer número con el que Bradley ganó la primera edición en el 66. O la familia Alayza que regresaba a la tradición del 612, con el que Luchón corrió en el 90. Ahora su hermano lo heredó.
—Recuerdas cada cosa…
Así se me van apareciendo los recuerdos, lo que dicen memoria fotográfica. Como el caso de Joel Pastor que fue de los más jóvenes en el 2001 y corría con su Toyota que ahora pertenece a la familia Castillo. Imagínate, más de 20 años y ese carro sigue. Junto al Toyota de Marmadillo debe ser de los más antiguos. El Legacy de los Alayza llegó en el 95, también de los más antiguos.
—¿Cómo guardas todo eso?
Lo que nadie me cree. Tengo varias de estas (nos muestra una libreta). Son mis libretas de apuntes. Esto es lo que voy repasando. Libretas, cuadernos que dado el momento de la carrera los repaso. Así como los libros que se han escrito sobre Caminos.
—¿Esta edición te recuerda algún dato de antaño?
La llegada a Ayacucho fue similar a la de la primera edición. Se llegó en convoy para evitar problemas. Todos los pilotos fueron en caravana menos dos o cuatro que no estuvieron en la reunión. Cuando vio que todos salían, salieron disparados, pensaban que se estaban quedando. Ahora tuvimos que llegar en convoy en la 50 edición por los problemas ya conocidos.
—¿Algún recuerdo especial de Caminos del Inca?
Yo felicito a todos los que hacen el esfuerzo de correr, porque es un gran esfuerzo competir. Hay finales memorables, como las del 81 y del 98. En el 81 venían peleando Jorge Koecklin, Luchón Alayza y Julio César de las Casas separados en 4 minutos. En la última etapa primero abandona Koecklin. Luchón venía ganando y De las Casas le recupera y le gana por 1:32 minutos. O como Neto y Dasso en el 98. Dasso hasta Arequipa tenía 9 minutos de ventaja, pero el Scort tenía mejor velocidad final y Neto le gana por un minuto.
—¿Piensas publicar algo con todos los datos que guardas?
Sí, lo estoy pensando porque en cualquier momento se borra el disco duro (risas). Va a ser un libro que no tendrá orden, lo primero que se me ocurra lo voy a poner. Ya empecé alguito a escribir porque hay que pasar a digital todo, no vaya a ser que la libreta se extravíe. Sobre todo hay que rescatar videos, porque tengo VHS y hay que recuperar ese material. Se hongean y hay que limpiarlos. Si se rompen las fajas, ha que reparar. Es el trabajo que hago para seguir con la historia de Caminos del Inca y de otras carreras.
—¿Cómo es el Doctor Racing?
Un hombre felizmente casado hace 17 años. Tengo un hijo que está en primero de secundaria. Soy una persona sencilla, muy emotiva. Me gusta el básquet y veo la NBA. Si hay oportunidad, mi especialidad es preparara causa para la familia.
—¿A tu hijo le gustan los coches?
No tanto, pero sí me quiere acompañar un día a ver cómo es por dentro. Se emociona cuando me ve en la televisión. Él está contento y espero llevarlo a un rally para que se empape más del tema, a un rally chico, más familiar.
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