El 19 de junio del 2014 podría ser considerado el día más frío del Mundial. En el estadio Arena do Corinthians de Sao Paulo (que luce prácticamente al cien por ciento una semana después de haberse iniciado el Mundial) la temperatura estuvo entre los ocho y once grados. Viajar a cubrir una Copa del Mundo exige las máximas previsiones. Como, por ejemplo, llevar un abrigo a pesar de viajar a uno de los países más tropicales del mundo.
En Sao Paulo sí se siente el invierno. Llegamos abrigados, casi como si viajáramos a Nueva York en Navidad. Lo que parecía una exageración se convirtió en una necesidad. El Arena do Corinthians era una congeladora antes de que se inicie el partido entre Uruguay e Inglaterra. Pero la sangre que estaba helándose llegó a niveles de ebullición desde minutos antes a que se inicie el encuentro.
Era el día más frío, pero nos tocó ver al equipo más caliente. “Uruguay nomá”, como dicen sus hinchas por aquí. ¿Por qué Uruguay siempre nos emociona en los Mundiales?