1. Manuel Neuer. Como contra Argelia, el arquero alemán realizó grandes intervenciones. Una fue clave al inicio: un disparo de Valbuena con zurda que sacó de forma impresionante con una mano. Atajadón. Y otra al final del partido: también con una mano, sacó un tiro fuertísimo de Benzema en el último minuto Luego de eso, seguro cada vez que le tocó actuar. Por arriba, impecable. No dio un solo rebote peligroso. A estas alturas, el golero del Bayern Múnich es el mejor del Mundial en su posición.
2. Tomó la iniciativa. El equipo de Joachim Löw buscó la victoria desde el primer minuto. La alineación inicial del técnico ya hacía suponer eso. Sentó a Mario Götze para darle entrada a Klose y así ganar mayor peso ofensivo con Thomas Müller tirado por la derecha. Presionó en todo momento al cuadro galo y lo hirió en el inicio del primer tiempo. Y esa ha sido la tónica de Alemania en todo el campeonato. Los teutones cada vez están más cerca de la gran final.
3. Mats Hummels. Un tiempista excepcional. En las jugadas más claras de Francia en ataque, siempre apareció su pierna para bloquear un disparo y robar un balón. Por arriba, impasable. Es también el encargado de darle salida limpia al equipo. Encima, es un peligro para los rivales en el juego área. Se desmarcó perfecto en primer tiempo y cabeceó de manera genial para batir al arquero Hugo Lloris. Fue su segundo tanto en el Mundial.
4. Sólido en todas sus líneas. Como equipo, como conjunto, Alemania debe ser el equipo más sólido de este Mundial. Desconectó el buen mediocampo de Francia compuesto por Pobga, Matuidi y Cabaye. Khedira y Schweinsteiger cubrieron la zona media con gran performance. Lahm, sin bien tiene buenas herramientas ofensivas, gana todos los duelos 1-1 con los delanteros. Por la izquierda, pasa lo mismo con Höwedes. Un central que Löw convirtió el lateral para ganar seguridad.