La violencia de género es un problema mundial que muchas personas han ido ignorando con el pasar de los años. Sin embargo, es una amenaza que causa daño físico, psicológico, sexual Y económico.
“Es un comportamiento que tienen generalmente los hombres hacia las mujeres, generando una serie de daños físicos, psicológicos, entre otros. Claramente esto afecta al libre desarrollo, al derecho a la salud y al derecho de vivir una vida plena” Agregó Eliana Revollar, adjunta en la Defensoría del Pueblo
La violencia contra las mujeres es una violación de derechos humanos y un problema de salud pública que afecta a todos los niveles de la sociedad en todas las partes del mundo. Desde niñas hasta mujeres mayores, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), una de cada tres mujeres es golpeada, forzada a tener relaciones sexuales, o abusada de otra manera en su vida. Además, estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que la violencia por parte de una pareja íntima es la forma más común de violencia contra mujeres en el mundo.
Esta clase de situaciones son causadas por diversos factores, no están centralizadas en determinadas características de la mujer o del hombre sino que varían en diversos aspectos sociales y económicos. Como la desigualdad social, que se basa en no recibir ningún tipo de ayuda, no poder socializar de la mejor forma. Asimismo lo económico, puesto a que muchas veces el varón tiene el control sobre la familia. De igual forma el ámbito político, por la limitada participación de las mujeres en eventos electorales. Se añade el aspecto de la educación, ya sea por malas enseñanzas o por la falta de preparación profesional, lo que significa el menor acceso al trabajo.
“A mayor machismo, mayores dificultades para poder enfrentar un mundo de desigualdad. Si soy una niña que crece con una familia que me indica quien debo ser, cuales son mis roles, las limitaciones son mayores y las oportunidades menores”, alegó la psicóloga Fabiola Goytizolo.
Los impactos que presentan son múltiples, como en los ingresos de las mujeres. En nuestro propio país se pierde alrededor de de 3.7% del PBI por efecto de la violencia hacia las mujeres, la relación entre violencia e ingresos parece clara. En la salud física, hay un 7% más de probabilidades de tener complicaciones durante el parto y un 4% más de contagio de enfermedades de transmisión sexual.
La razón más común que desencadenan la violencia es que la pareja estaba bajo los efectos del alcohol o drogas, la relación entre violencia y salud mental es directa. El 76% de mujeres víctimas indicó vivir con miedo constante, y entre el 64% y 68% señala tener miedo de sufrir más violencia.
Rol del Estado
Por ello no solo es crucial tener al estado como un rol activo, si no también sentir su apoyo en esta dura lucha. Gran parte de las especialistas entrevistadas concuerdan que la creación de leyes como 30364 o las modificaciones en el código penal del Perú en los artículos 170, 171 y 173, ayudaron a tomar con más seriedad los casos de violencia. Si a la violación se le encuentran factores como el uso de armas, drogas o cargos superiores para manipular a la víctima, la sentencia podría ser de 8 a 15 años, o incluso cadena perpetua cuando se habla de menores de edad.
Gracias a este reconocimiento del estado sobre la gravedad de la problemática, se creó la cámara Gesell como solución para que la víctima pueda testificar de forma pacífica y segura sin tener que repetirlo una y otra vez. La información recibida ahí será útil para cada ente que lo requiera.
“En la defensoría del pueblo hemos realizado investigaciones sobre los casos que no llegaron a ser denunciados, y encontramos que uno de los factores es el temor causado por la dependencia que se tiene con el abusador” Según Eliana Revollar, adjunta para los Derechos de la Mujer de la Defensoría del Pueblo.
Existen muchos factores que crean la opción de no denunciar para la víctima. Estos pueden ir desde causas exteriores como la mala capacitación del personal que recibe las denuncias, hasta las causas internas como la manipulación del abusador o incluso las decisiones de la misma familia. Entonces es aquí donde entra el rol del estado. Es responsabilidad del Estado intervenir en la comunidad con programas que enfrenten el trauma social que cada femicidio produce.
Casos de violencia
Como se mencionó anteriormente cada año en vez de mejorar como país estamos retrocediendo, hay casos recientes en el que cinco hombres violaron a una joven de 21 años con quien tenían un supuesto vínculo de amistad, durante una reunión social realizada en la vivienda de uno de los involucrados.
La adjunta en la Defensoría del Pueblo, Eliana Revollar, ha tenido contacto directo con la joven víctima de este acto. Comenta que los medios de comunicación sacaron que la joven había bebido y que ella había consumido drogas, generando que la apunten como la culpable por haber ido a la fiesta, por no cumplir las normas y consumir drogas; pero no se centran en como 5 personas abusan sexualmente de ella. En estos caso se debe tomar mucho cuidado de abordar el tema, actualmente las 5 personas están en la cárcel.
“Una mujer no se recupera de ello por más que tenga apoyo psicológico. El shock-postraumático es tanto que es difícil recomponer tu vida a lo que fue antes de ese episodio”, Eliana Revollar. Agregó que las víctimas tienen una afectación muy grande que repercute en su salud emocional y en su vida sexual que tendrán más adelante, ya que en algún momento ellas van a recomponer su vida, pero aún así tiene un impacto muy grande.
Asimismo, en la entrevista realizada a la psicóloga Fátima Estela, esta explicó que en muchos casos las víctimas no llegan a denunciar al agresor por miedo. Por ejemplo, en una entrevista elaborada a la psicóloga, Fabiola Goytizolo, nos relató que el caso más fuerte con el que tuvo contacto fue de una señora de 65 años que atendió en el consultorio, era la primera vez que hablaba sobre su abuso sexual que lo vivio a los 5 años; es decir 60 años guardando ese abuso.
Hay mucho que se tiene que hacer en la educación y en el acceso de justicia, las mujeres van a denunciar pero a veces dejan libre al agresor, o lo tiene preso pero la mujer no puede continuar con su vida”, dice Gianina Marquez, fundadora de Quinta Ola.
Debemos aceptar como sociedad que la violencia hacía la mujer es algo crítico a nivel mundial y lamentablemente esto se ve de modo cotidiano. La solución empieza de cómo nosotros tratamos a los demás, de cómo nosotros aceptamos la paz e igualdad.
“Yo creo que en 20 años la situación va a ser más algida, entonces hoy debemos preocuparnos para que la violencia contra las mujeres este en la agenda publica, en la voluntad politica para poder abordarlo como tema central”, finalizó Eliana Revollar.