“Todas las mujeres en algún momento de nuestras vidas hemos vivido alguna situación de discriminación o violencia por el simple hecho de ser mujeres, adolescentes o niñas”, comentó Rebeca, una niña de 13 años.
En el distrito de Ccatcca, provincia de Quispicanchis, en Cusco, todos los días somos testigos de expresiones de desigualdad y maltrato a la mujer en las familias, los colegios y el trabajo. Es por eso que como adolescentes hemos decidido dejar de ser cómplices y comenzar a educarnos y a estar informadas/os para que nadie pueda vulnerar ninguno de nuestros derechos.
Somos Intirunas Guardianes de la Niñez, adolescentes mujeres y varones que participamos en diferentes actividades para el desarrollo de nuestras habilidades personales, sociales, artísticas, así como también participamos de espacios de incidencia y cuidado ambiental.
En esta oportunidad les queremos presentar información y nuestras reflexiones en relación a la discriminación y violencia que viven las mujeres en nuestro distrito de Ccatcca.
PUEDES LEER: Vacuna contra virus del Papiloma Humano se ha reducido en un 42% durante la pandemia
De acuerdo al Programa Nacional para la Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres e Integrantes del Grupo Familiar, el Perú es uno de los países donde se presentan muchos casos de violencia y desigualdad contra la mujer; las instituciones y las personas no respetan los derechos humanos.
La violencia contra las mujeres es una realidad que afecta al país y atenta contra los derechos humanos, teniendo como máxima expresión a nivel físico el feminicidio, cuya cifra se mantiene en aumento en los últimos años.
Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes, INEI) del 2019, el 57,7% de mujeres fue víctima de violencia ejercida alguna vez por el esposo o compañero. Esta información refleja la discriminación y la violencia que viven las mujeres no solo en nuestro distrito, sino también en todo el país.
En Ccatcca las mujeres, las adolescentes y las niñas son fuertes y trabajadoras, porque no solo cuidan a sus hijos cuando son madres sino también atienden a sus hermanas y hermanos cuando son las mayores, a diferencia de los varones que no practican estas labores.
LEE TAMBIÉN: Cifras en aumento: embarazo adolescente una bendición... o un problema...
Muchas veces la municipalidad da trabajos a las mujeres buscando su “empoderamiento”, pero estos se limitan a realizar funciones de limpieza o cuidado de plantas, cosa que tampoco pasa con los varones, quienes tienen más oportunidades y mejores trabajos.
En nuestro colegio, por ejemplo, se preocupan más por que los varones terminen sus estudios, ya que piensan que una mujer puede quedar embarazara en cualquier momento e interrumpir por ello su escolaridad.
Por este motivo, hemos visto y escuchado casos de compañeras en secundaria que han quedado embarazadas y que tuvieron que dejar de estudiar porque mamás y papás de otros estudiantes hablan mal de ellas; muchas veces los mismos profesores dicen que son un mal ejemplo y refuerzan la idea de que es mejor invertir en la educación de los varones.