Pongamos que hablamos de un pedacito de Perú en el corazón de España. Un espacio multicultural y emblemático de la venta de productos latinoamericanos, asiáticos, africanos, así como productos españoles conocidos. Un lugar donde destaca la preparación de platos de la cocina peruana ofrecidos en 17 puestos de hostelería regentados por nuevas y nuevos embajadores de la marca Perú.
Los Mostenses es uno de los mercados más antiguos de la ciudad de Madrid, se construyó en 1946 y está ubicado a espaldas de la Gran Vía, avenida principal del casco urbano. Después de años de funcionar tradicionalmente, en los últimos tiempos ha implementado cambios muy notorios. Hoy es famoso por la diversidad de culturas que se juntan en sus locales para brindar una gran oferta gastronómica. Así como puedes comerte un típico bocadillo español de un buen jamón serrano, puedes comer un pan con chicharrón y camote.
Pasear por sus pasillos es perderse entre olores, colores, sabores, recuerdos, sueños, calidez y creatividad. Los restaurantes, pastelerías, casquerías, pescaderías y avícolas, se mezclan con música de distintos géneros, fotografías de apetitosos platos, diversidad de banderas de distintos países y personas que con carteles en mano te invitan a pasar a sus locales.
Mientras continuo mi recorrido percibo que hay un ambiente de mucha amabilidad. Entre personas que van cargando su mercadería, un trabajador se saluda con Lisandro, de la carnicería, y más allá noto unas risas de doña Conchi, la vendedora de embutidos a quien “las paraguayas” le han echado unas bromas. Me gustaría contar lo que le dijo Mbayé a su trabajador, pero conversaban en un idioma que no entendía.
Observé estas escenas, desconcertada por el constante movimiento de un sábado por la mañana. Cada uno de los establecimientos de este mercado cuenta con una historia diferente de esfuerzo, adaptación, migración y recuerdos.
Sobre los representantes de la comunidad peruana que trabajan en este mercado, iniciamos este viaje en Casa Perú, restaurante de comida regional regentado por doña Gloria quien nos recibió amablemente y nos confesó que desde hace más de 30 años se dedica a la cocina en Perú y España. Su meta es postular al popular programa de competición culinaria Masterchef España.
Como muchos migrantes, sus inicios fueron difíciles. Empezó sola trabajando en limpieza, luego de camarera, luego cocinera, hasta que pudo lograr regentar su propio restaurante y reagruparse con su familia en España. Recuerda lo difícil que fue en sus inicios conseguir algunos ingredientes como la papa amarilla, el ají, el huacatay, entre otros.
En relación a este detalle, la Embajada de Perú en España, afirmó en una visita por la celebración del Bicentenario, que el buen funcionamiento y éxito de este mercado multicultural, ahora va de la mano con el crecimiento efectivo de la cadena de exportación agroindustrial del Perú. Actualmente existen diversos proveedores distribuidores que ofrecen cada vez más productos típicos peruanos.
Hablando de visitas, hemos sabido por Pedro Ureta, gerente del Chiringuito Peruano, que este mercado recibió al famoso chef Gastón Acurio, el “Rey Midas” de la cocina de peruana. El mismo don Pedro nos comentó que en el mercado se realiza anualmente un Festival de Tapas Peruanas (aperitivos), entre otros eventos que fomentan la unión cultural de los trabajadores y su público. Don Pedro nos lo cuenta mientras prepara un combo llamado “Súper Cholo”, que trae un tamal, chicharrón, salsa criolla y café.
Él confiesa que el secreto de su éxito es el amor por la comida. Un curioso ejemplo de unión fue el de un restaurante de dueños y cocineros chinos. Se trata del restaurante de Lily -Xu, que junto con el maitre peruano, don Luis Azaña, preparan desde hace años platos conocidos de la fusión gastronómica chino-peruana, el popular chifa peruano. Aunque una leyenda urbana cuenta que Lily nunca ha visitado Perú, sabemos que su sopa wantán y demás platos chino-peruanos tienen un sabor inconfundible.
Al finalizar mi recorrido entre tiendas donde me ofrecen paneton, aceitunas de Perú e Inca Kola, tuve un inesperado encuentro con Dorita, una cocinera muy famosa en TikTok, que gracias al uso de las redes sociales y su estilo hilarante, ha dado a conocer platos como el anticucho o la ocopa, los mismos que ofrece en promociones económicas para todos los bolsillos en “La Caleta de Dorita”.
Para cerrar mi vista me dispongo al cierre del reportaje con un postre y me dirijo a Warique 36, donde ofrecen chicha morada, alfajores, así como tartas de frutas que he descubierto y me han encantado, como la lúcuma.
De todas las historias que he conocido hoy, me quedo con el sueño del reality de cocina, la alegría y empuje, lo orgullosos que están de representar esta gastronomía tan diversa y rica, la humildad, la gratitud, la constancia y la voluntad de estas personas. Ha sido un viaje sensorial agotador. Entiendo ahora, rodeada de platos estrella como el shambar, el cebiche, la salsa huancaína o la pachamanca, que todos ellos en su conjunto han conseguido que Los Mostenses, uno de los mercados más antiguos y el segundo más grande de Madrid, se haya convertido en uno de los principales intereses turísticos gastronómicos de España. Estoy llena y contenta, así que os lo recomiendo.
Nota escrita por la corresponsal escolar Aymara González Pineda del colegio Ciudad Escuela Muchachos (CEMU), Madrid, España. Con la mentoría del periodista Mario Cortijo.