“Los niños y los adolescentes constituyen la tercera parte de la población peruana. Sin embargo, su importancia no radica en el peso numérico, sino en la potencialidad que ellas y ellos representan para el desarrollo de sus regiones y por ende del Perú”, destacó en el 2012 el Ministerio de Salud (Minsa) en su publicación ‘Por qué debemos invertir en los adolescentes’. Casi 10 años después, esta frase cobra vigencia, en medio de una crisis sanitaria, social y política.
Pero, ¿cómo logramos en la práctica que los adolescentes desarrollen su potencial para ser protagonistas de cambio y se sientan seguros de sus capacidades y valor? De acuerdo a María-Paz Sáenz, psicóloga clínica y magíster en Psicología Psicoanalítica del Desarrollo, “la base del empoderamiento es la autoestima”.
“Los chicos protestan y se cuestionan muchísimo. (…) Los jóvenes del Perú tienen un potencial increíble para ser la gasolina para los grandes cambios de la sociedad”, agrega. En ese sentido, la psicóloga peruana subraya que es necesario un trabajo individual con cada persona para que se sienta capaz de que puede lograr sus objetivos.
Además del plano personal, también es importante el plano colectivo. En este punto, las familias y escuelas cumplen un papel fundamental para afianzar la autoestima de los estudiantes.
El rol de las familia y las escuelas
En cuanto al papel de la escuela, la Organización de Naciones Unidas (ONU) fue clara durante su 13° Congreso realizado en el 2015: “el empoderamiento juvenil debe darse junto a una educación de calidad”.
Si bien la actual coyuntura del COVID-19 le ha puesto grandes retos a la educación, muchos estudiantes coinciden en que sus maestros deberían incidir más en temas de autoconfianza y gestión personal. Asimismo, consideran fundamental ahondar en temas de ciudadanía y cívica.
Sobre la parte familiar, María-Paz Sáez indica que “se debe generar un espacio seguro dentro de casa, donde los padres escuchen y no minimicen las cosas que sus hijos ven, piensan o creen”. Finalmente, añade: “La autoestima se debe fomentar desde los primeros años, así como compartir y crear buenas relaciones”, subraya.